La mala: la Internet podría ser de Google.
La razón: el valor del los datos del usuario es tan grande (según Alexis Madrigal, US$1200 por año en base a datos de la IAB) que si el acceso se logra abaratar a menos que eso, va a ser buen negocio para Google proveer dicho acceso.
Google no ha ocultado sus intenciones de proveer acceso:
Por un lado el proyecto sumamente aterrizado de llegar con fibra a los hogares ya está funcionando en Kansas City y Provo, y se extenderá a Austin y otras ciudades durante los próximos años. Asimismo, proyectos de más alto vuelo como Loon ya están en pruebas, y Google es parte de uno de los proyectos satelitales más ambiciosos de los últimos años: O3b. Con esto la empresa ya tiene presencia en tres "capas" de la Internet: backbone mundial, fibra y acceso inalámbrico.
Pero mientras nos distraemos con lo de los globos, no olvidemos que Google ya entrega acceso gratuito en varias ciudades donde cuenta con oficinas, y es en esta tendencia donde podría estar lo más disruptivo:
Un cambio reciente de regulación por parte de la FCC aumenta la potencia del Wi-Fi en la banda de 5GHz y revela además intenciones de la entidad reguladora de extender el ancho de banda disponible para comunicación sin licencia en dicha zona del espectro. Esto signfica que se abre la puerta para que alguien implemente acceso masivo a Internet usando dicha tecnología sin necesidad de los engorrosos permisos que deben pedir las compañías móviles habitualmente.
Entonces, si Google es una de las empresas que más ganan por usuario gracias a la recolección de su información personal, y si es de su interés que las personales tengan el mayor acceso posible, no cuesta mucho extrapolar: al "subvencionar" el acceso, Google incrementa su negocio, a tal punto que podría dar acceso gratuito. Las piezas ya están en su lugar.
Por cierto, Google no es la única empresa que tiene este potencia: Ebay y Amazon ganan más por usuario que Google, pero Ebay no tiene infraestructura de acceso y Amazon podría entrar en ese juego pero está un poco tarde. Lo más interesante: al menos en EEUU el valor de cada usuario como espectador de avisaje online no para de aumentar, y ese es el negocio base de Google.
Como proveedor de acceso gratuito Google dejaría fuera de la competencia masiva a todos los proveedores que cobran por acceso, relegándolos a nichos de usuarios que por algún motivo valora altamente la privacidad de sus datos personales. La mayoría de los usuarios tiene poca consciencia y preocupación por su privacidad, bajo la idea de "no tengo nada que ocultar", haciendo muy difícil que se nieguen a una solución de acceso gratuito.
¿Podrán las leyes antimonopolios y pro libre competencia o los estados que quieren más control de la Internet mantener Google a raya? Es posible que finalmente esa sea la única manera de aportar cierto equilibrio al poder incontenible de Google.
El futuro de la Internet en las ciudades: redes mesh para acceso a menor costo, resiliencia y anonimato
Va a llegar un día en que esto tenga masa crítica, habrá tantas antenas así, ruteándose la Internet entre hogar y hogar, que se nublará un poco la diferencia entre la Internet pública y la Internet privada en la "ultima milla", con una tecnología de red conocida como mesh o "malla".
(foto por Wificentro)
Todavía falta para eso, y no hay que olvidar que si nos colgamos de otro ese otro está pagando, entonces si tuvo la buena onda de dejar su red sin clave no hay que abusar bajando películas y saturando su conexión. Pero hay algo interesante pasando en esta dirección, tanto por gente que se cuelga como por gente que comparte.
Lo clave: uno puede hacer las dos cosas, y eso pronto podrá aportar una red más resliliente, porque si se corta la del vecino él puede usar la mía y viceversa, y una red más anónima, porque el proveedor no podrá saber si el tráfico es mío o del vecino.
Un detalle interesante: a empresas como Google esto no le gusta, porque su negocio se basa en recopilar información sobre los usuarios.
(foto por Wificentro)
Todavía falta para eso, y no hay que olvidar que si nos colgamos de otro ese otro está pagando, entonces si tuvo la buena onda de dejar su red sin clave no hay que abusar bajando películas y saturando su conexión. Pero hay algo interesante pasando en esta dirección, tanto por gente que se cuelga como por gente que comparte.
Lo clave: uno puede hacer las dos cosas, y eso pronto podrá aportar una red más resliliente, porque si se corta la del vecino él puede usar la mía y viceversa, y una red más anónima, porque el proveedor no podrá saber si el tráfico es mío o del vecino.
Un detalle interesante: a empresas como Google esto no le gusta, porque su negocio se basa en recopilar información sobre los usuarios.
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Ignacio Rodríguez de Rementería