Ignacio Rodríguez de Rementería

Mis deseos para el 2009

Además de amor y paz para el mundo y en particular que Israel deje de bombardear a sus hermanos de Palestina, tengo algunos anhelos para el 2009 que guardan relación con la web. Los voy a enumerar rápidamente para no aburrir más de lo necesario.

  • El término "web 2.0" dejará de existir, siguiendo el mismo camino que palabras como "grosso", "pickup", "rebobinar" y la música Disco.

  • Facebook y Twitter enviarán los mensajes directos con remitente email de sus emisores. Facebook permitirá revisar cuentas externas por POP3/IMAP y la gente que lo quiere usar como plataforma de correo electrónico no tendrá que preocuparse más de revisar dos sitios a cada rato.

  • Los fabricantes de chips Wifi habilitarán el modo mesh como un upgrade descargable, incluso para teléfonos móviles. Habrá una creciente Internet p2p y no tendremos que pagarle las compañías de telefonía o cable para comunicarnos. Entonces -sólo entonces- le creeré todo Chris Anderson.

  • Google integrará push mail, GTalk y GrandCentral para todos los usuarios, la telefonía tradicional dejará de ser necesaria de un día para otro. De paso comprará a Twitter, haciendo obsoleto el SMS.Para mantener compatibilidad hacia atrás, comunicará SMS y Twitter en todo el mundo. En Chile contratarán a @p0ns.

  • Además, Google comprará a Apple, desaparecerá el dilema de Android vs. iPhone, habrá integración total entre OS X (estándar y móvil) y servicios Google. Ah y one more thing, QuickTime será open source.

  • Electricpulp.com comprará a AyerViernes, antes de ser comprada por Yahoo. Automattic comprará Bligoo, antes de ser comprada por Microsoft. Disqus comprará a BackType antes de ser comprada por Google. Facebook comprará a Ning antes de ser comprado por MIcrosoft.

  • Facebook integrará a Live/MSN con XMPP y la existencia -o no- de Yahoo será irrelevante. De paso comprará Skype para mantener la ilusión de competir con Google. Luego discontinuará todos los productos menos Facebook.

    Entonces Google comprará Facebook.

  • Telefónica de España -en una acción sin precedentes en la industria- será acusada de monopolio simultáneamente por la justicia en todos los territorios donde opera, y será obligada a dividirse.

  • Antes de quebrar, El Mercurio S.A.P. Comprará el Consorcio Periodístico de Chile S.A. O vice-versa. Da lo mismo. Luego quebrará igual, y la otra también.

  • Nuestro gobierno entenderá lo importante que es para el país un rol protagónico en la sociedad de la información, y convertirá a TVN en una potencia mundial, siguiendo el ejemplo de la BBC. Con los recursos resultantes, en vez de estatizar nuestro sistema de pensiones, el gobierno simplemente comprará Argentina.

  • Una vez que ya no quede competencia -y para mantener su espíritu Don't Be Evil- Google voluntariamente traspasará un 50%+1 de su propiedad a las Naciones Unidas, con la condición del cese del fuego en todas las guerras. Como ningún país podrá darse el lujo de no aparecer en Google, ningún país violará el cese al fuego, nunca más.

  • Off-topic bonus track offline: a los profesores de primaria y secundaria se les aplicará la PSU, y se les pagará proporcional al puntaje de cada uno. El transporte público y la salud en Chile se estatizarán, para evitar los abusos e inequidades de hoy.


Es bueno querer cosas. ¿Tu qué quieres?

"Revolución" en La Tercera, mi abuelita es virgen y los chanchos vuelan

Durante los últimos días he participado de varias conversaciones acerca de lo que hizo Copesa. La "revolución" de integrar blogs, comentarios, video y otros detalles ha sido ampliamente documentada y comentada. Mi opinión general -que ya manifesté en el blog de Andrés Azocar- es que es muy poco y muy tarde.  

Pero adicionalmente, me resulta de especial interés el tema de los blogs, donde creo que lo están haciendo particularmente mal. Y no, no es porque no me hayan invitado, tampoco es por mi relación con La Nación o El Mostrador, ni porque no me guste la selección de blogeros que hicieron; de hecho leo con gusto a varios de ellos, pero en sus propios blogs. Es otra cosa... es que me perturba la sensación de que hay una transgresión, y además un error estratégico. Intentaré explicar:

La revolución eres... ¿tú? 

Lo que veo es una empresa tratando de atrapar, apoderarse, apropiarse, y es un contrasentido tan evidente porque los blogs son en esencia lo contrario: medios de comunicación independientes. Ni yo ni Francotirador (el blog más referenciado y uno de los más leídos en el dominio .cl) meteríamos nuestros sitios en un dominio ni le pondríamos branding que no fuera el propio, así como El Mostrador no querría ser una página de Googlepages o un espacio MSN, etc.

Para una institución, entender este nuevo paisaje no es fácil, típicamente los medios tradicionales se equivocan cuando tratan de habitarlo, es el caso de La Tercera. TVN también se ha equivocado, ganando desprestigio en vez de insertarse como un actor relevante en la Internet social.

Descontrol, gratuidad, socialización y atención: la "cola larga"

Google y los otros grandes éxitos de la Internet ceden el control a sus usuarios, su rol es facilitar acceso irrestricto y agregar valor. Es el caso no sólo de su servicio de búsqueda. Blogger por ejemplo -una filial de Google- es un excelente sistema de gestión de contenidos muy fácil de usar, permite a cualquiera publicar lo que se le antoje, e incluso incrustar publicidad para así convertir a dicha publicación en un quehacer sustentable. 

Al ser totalmente gratuito, Blogger se hace de una inmensa audiencia y masa crítica. Esa es la "cola larga", donde todos somos comunicadores, el mucho-a-muchos, donde juegan también YouTube, MySpace, Facebook, Twitter y otras plataformas de blogging como Wordpress y Typepad. En la cola larga los precios tienden a cero, el usuario aporta sus datos para perfilación de su atención a cambio de funcionalidad.

Pero también necesitamos medios pocos-a-muchos, hay un espacio para quienes definen la conversación común, pauta, socialización colectiva, local, regional, nacional, por eso la TV en vivo, radio y "diarios" seguirán existiendo, aunque cambien de soporte y nombre, aunque su liderazgo ya no se defina por un prestigio institucional, si no por una reputación en constante y dinámica competencia... con toda la cola larga.

La cola se puede cortar, pero no alargar artificialmente

Los modelos de cola corta y larga son complementarios, el prestigio o reputación permite que algunos en la cola larga se vayan a la cola corta, accediendo a grandes audiencias. Pero no al revés.

Algunos diarios -no solamente en Chile, también en mercados más grandes- han querido extenderse hacia la cola larga. El problema es que no ofrecen el suficiente valor agregado, y al tratar de establecer sistemas restrictivos no construyen valor.

Cuando un medio de comunicación crea escasez entregando un servicio a unos pocos -por ejemplo servicios de información cerrados o una plataforma de blogging- está pegándose un tiro en el pie, porque dicho servicio en pequeña escala no puede ser sustentable y competir con -por ejemplo- Blogger, Wordpress, Typepad, etc.

Medios internacionales que se mantienen a flote y vigentes han comprendido esto. Ni el WSJ, ni el NYTimes ni The Guardian intentan competir con la cola larga o apropiarse de ella. Lo que hacen es abrir sus plataformas de entrega de noticias -su negocio principal- para poder enviarse a través de las redes sociales, usando RSS, mail, APIs, todo lo que tengan a mano, empoderando a usuarios para utilizen y difundan la información.

Copesa no entendió esto del todo. Aunque el diario online ya no tiene contenidos cerrados, su plataforma de blogging es un servicio a media máquina, sólo para algunos.

¿Quién trabaja para quién? 

Existe a otro aspecto preocupante: La Tercera asocia su marca a contenidos por los cuales no está pagando, es contenido que no le pertenece. No sólo no están jugando derecho al beneficiarse de él sin compartir el dinero resultante; además -al no existir relación profesional, contractual, legal que asegura responsabilidad ante la audiencia- se arriesga lo más importante que diferencia a un blog de un medio de comunicación profesional: el prestigio.

Curiosamente, al pie de cada página de los blogs en La Tercera, se ve la siguiente frase: "Copyright © 2008 La Tercera. Derechos Reservados." ¿Significará que, no paga, no es responsable, pero tiene el copyright?

Vamos a lo concreto, usemos a Roberto Arancibia como ejemplo -estoy seguro de que no se enojaría-. Para la audiencia el hecho de leer a Roberto en La Tercera versus en un blog "libre" y con branding propio, no tiene valor agregado alguno. Si Roberto estuviera incorporado como columnista de La Tercera al mismo nivel que Patricio Navia, el medio podría además vender publicidad en dichas páginas, transformando el trabajo de Roberto en un asunto sustentable. 

Al parecer Copesa tampoco entendió esto. O sea ni cola larga ni cola corta, lose-lose, sólo lograron incorporar el buzzword, poder decir "tenemos blogs", a cambio de ello, mis amigos blogueros obtienen una vitrina adicional, se exponen ante una audiencia diferente y eso no es malo, pero en mi opinión no es suficiente para compensar el valor que están aportando.

Podemos ir más allá: una columna periodista es un blog profesional 

En mi opinión, es mucho mejor lo que está haciendo Cooperativa.cl, en el fondo es llamarle blogs a sus columnas. Algo similar se observa en el caso de La Vanguardia. Pero creo que es posible ir más allá, cada periodista debería ser un bloguero, particularmente si se trata de periodismo investigativo, de opinión o de nicho. El ejemplo de Miguel Paz es excelente: Miguel a menudo escribe en su bitácora acerca de medios de comunicación en Internet y gobierno digital, y lo hace bien; alrededor de lo que escribe surge conversación, tanto en su blog como en Twitter. 

Si yo fuera El Mostrador, querría que el blog de Miguel estuviera con branding institucional y dentro del dominio del diario, y construiría comunidad alrededor de ese contenido. Así además se respondería a la competencia, diciendo "aquí tenemos blogueros profesionales, y les pagamos porque es buen negocio tenerles con nosotros". Eso no sólo sería bueno para la empresa, también sería bueno para Miguel, que contaría con el prestigio de la institución, su infraestructura para ventas de publicidad y la comunidad en torno al sitio, win-win


Aclaración: trabajo esporádicamente para El Mostrador como asesor estratégico, y canal.cl es uno de los blogs amigos de dicho medio.

Según Twitter, el próximo presidente de Chile será frei

Hoy descubrí Twitter venn, herramienta desarrollada en Processing que crea -como su nombre lo sugiere- diagramas de Venn del uso de palabras en Twitter. Independiente de si a Insulza se le llama "Panzer" o a Piñera se le llama "sebastianpinera", frei la lleva, según la herramienta (requiere Java).



Cambiando la URL es posible comparar cualquier par o trío de términos. Si pensamos que Twitter es donde habitan líderes de opinión que influyen en lo que pasará en el país, entonces el candidato de mayor mindshare en las próximas presidenciales podría ser frei.

Para ello no era necesario un diagrama Venn. Pero ¿cierto que se ve lindo?


Antes de que esto se convierta en un terremoto político, hay que tomar en consideración que frei es una palabra común en alemán, significa libertad (Gracias Pablo Matamoros). Por lo tanto, una lectura multi-idiomática del título de este post diría que el próximo presidente de Chile va a ser libre, je.

Ahora bien, si usamos http://search.twitter.com para buscar frei, Insulza y Piñera, filtrando por la localización Santiago, hallé un resultado donde frei nuevamente apareció liderando: 24, versos Pinera 18 e Insulza 7.

Carta pública a Ernesto Evans, el novel encargado de estrategia digital de Chile

Conversando con Miguel Paz, leyendo su artículo en El Mostrador y una nota en su blog, quise ir a comentar en el sitio de Ernesto Evans, el nuevo encargado de la estrategia digital del Gobierno de Chile. Con sorpresa y alarma, descubrí que en su sitio no se puede comentar, así que decidí comentarle aquí.

Foto aparecida en Cooperativa.cl

Hola Ernesto. Bienvenido. Hay varios alcances que te quiero aportar, en relación a tu nueva designación y tu reciente post.

Transparencia y bien público

Primero, lo que ya comenté en el artículo de Miguel en El Mostrador: Aunque reconozco que quizás es prejuicio, la idea de que la persona a cargo de la estrategia digital sea alguien que ha trabajado tan cerca de Microsoft, Entel y VTR me es inquietante, así como el hint de que la ley de Transparencia “tiene sus complejidades”.

Dicha ley no tiene ninguna complejidad, me parece sencilla y comprensible para cualquier ciudadano, un gran paso adelante en su forma actual. No vaya a ser que tu comentario sea el anticipo de que el gobierno va a dar pie atrás respecto de esa excelente y necesaria iniciativa, que tendría que entrar en vigencia el 20 de abril de 2009.

Siguiendo con el tema de la transparencia, la situación de tu empresa Incentivos y Metas es de especial cuidado. No pinta bien que la persona responsable de aspectos que tengan que ver con regular a compañías como VTR, Entel y Microsoft tenga de clientes a dichas compañías, la situación exige un comprobable desligo total entre tu persona y dicha empresa de asesoría privada.

Responsabilidad, conversación y democracia

En segundo lugar y expandiendo lo que comenté en el blog de Miguel: creo que en el mundo público uno no es "cautivo" de lo que ha escrito, uno es responsable. No me parece que lo que haya escrito Miguel sea de "mala uva" ni que te esté sacando de contexto. Me siento representado por lo que plantea, y quisiera que eso se transformara en una conversación, no un monólogo.

Por lo mismo, intenté comentar en tu sitio, para descubrir que la opción de comentar está desactivada (tu blog está gestionado con un CMS llamado Blogger, el mismo que uso actualmente acá, y los comentarios están encendidos por defecto). Entonces me preocupé, porque si algo está claro de la sociabilidad digital, es que la conversación es central a su funcionamiento. No sólo eso, la conversación es además un tremendo potencial para incrementar la democracia.

Revisa tu estrategia

Entonces, me parece que estás siendo poco estratégico, o al menos que tu táctica requiere un cambio. Si quieres que la comunidad digital te apoye y que exista un círculo virtuoso con nosotros en el ámbito que te toca liderar, te recomiendo seguir el cercano ejemplo de Paulo Saavedra, creador de la internacionalmente prestigiosa GuiaWeb. La constante conversación bi-direccional de Paulo en torno a temas de gobierno y tecnología le permite nutrirse y nutrir, seguir el pulso y también marcarlo. La conversación es virtuosa, necesaria, estratégica y democrática, te invito a ser parte de ella.

Update: También han escrito acerca de la llegada de Ernesto Evans @francotirador, @japosai y Cooperativa.cl y Mouse.cl (@danielvak).

Es cierto Teresa, no eres tú, soy yo

Lo que faltaba. Que La Tercera se hiciera cargo de la palabra revolución, aunque escrita con falta de ortografía.

Para quienes no tengan la costumbre de ir a ese sitio: la frase aparece intersticialmente antes de que se presente el contenido, algo capaz de provocar un infarto a Jakob Nielsen.


Pero veamos. Según la Real Academia de la Lengua, tenemos que revolución puede significar:

Cambio rápido y profundo en cualquier cosa. Eso, hay consenso en la comunidad digital de que no es el caso, los cambios que han hecho no son profundos. Un cambio profundo sería que La Tercera dejara de representar los intereses de la clase empresaria, que informara de manera más responsable y pluralista.

Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación. Pues no, por lo mucho que sus dueños lo quisieran, me parece que La Tercera es un negocio que no califica como institución de la nación.

Inquietud, alboroto, sedición. Puede ser, todos los que que llevan años en el negocio de la información están inquietos, quizás incluso alborotados. Pero sedición? No se, no creo. Me parece que en otras épocas hubo algo de eso por parte de la competencia. Aunque se aproxima un año de elecciones presidenciales, y es .cl un país tan largo...

Acción y efecto de revolver o revolverse. Puede ser, están revueltos en un problema, la posible obsolescencia, extinción, pues ahora cualquiera puede publicar, todos podemos competir, y -como se está demostrando si vemos el tráfico de sitios como FayerWayer- le podemos ganar, sin necesidad de ser parte de su red.

Una reacción sana y más interesante sería que la La Tercera mejorara la calidad de sus contenidos, hiciera más investigación y menos parafernalia, se abriera a una comunidad online compartiendo beneficios (por ejemplo, pagando a los columnistas de sus blogs). Al ser un medio de oposición, podría haber usado su poder para ser como la radio Cooperativa de la década de los 80, pero en vez de eso es un medio que apela a consumidores, no a ciudadanos.

Naturalmente, no soy parte de la red de blogs de La Tercera, "no me atraparán, dos veces con la misma red" (Charly García)

 

Cuota de música local en la radio, incentivo al desarrollo económico local y nutrición cultural

Leyendo acerca de la discusión sobre imponer música chilena "por la razón o la fuerza", me doy cuenta de que la conversación en torno al tema parece estar polarizada por el conflicto de la descarga de música por Internet, se ve poca consciencia en cuanto a los beneficios reales y el rol de la música en nuestra sociedad.

Con la música parece ocurrir algo como el deporte, se hace -como en todas partes- música excelente, trabajada, profesional, así como también amateur, al lote, mediocre, etc. Como se trata de un país pequeño, de una población reducida, la probabilidad de que la música resultante compita bien con la música del resto del mundo no es alta, similarmente a lo que ocurre con los deportes. Son excepciones los países pequeños que concentran excelencia deportiva por una mera cuestión de escala.

Entonces, si como sociedad queremos tener música que triunfe, una manera de hacerlo es implementar incentivos, por ejemplo subvenciones y rebajas de impuestos.

La radio es un buen soporte para el incentivo

Una manera es a través de la radio, que tiene la ventaja para la industria -a diferencia de la Internet hasta el momento- de que paga por el material que difunde. Ergo mientras más música chilena se transmite por las radios chilenas, más de ese dinero se queda circulando dentro de nuestra economía y en la industria del pais, cumplimos no sólo el objetivo de la difusión, incrementamos también el desarrollo económico local.

Recordemos que el recurso básico de la radio (y televisión) es el espectro electromagnético, que es de todos los chilenos, por lo tanto es totalmente atingente que se regule su uso de maneras que favorezcan el desarrollo económico local, consistente con la política de subvención que ejerce el gobierno a través de fondos concursables para producción y becas de estudio (Ministerio de Cultura) y difusión en el extranjero (Ministerio de Relaciones Exteriores).

Quienes entren en el juego de criticar a la SCD por voraz y crean que favorecer la difusión de música local es sólo funcional a los intereses de un grupúsculo de autores, no está entendiendo el ecosistema de la producción; el desarrollo de cualquier negocio local favorece a todos los chilenos, no sólo a los músicos, porque hay una cadena de productos y servicios locales involucrados.

Desnutrición cultural

Vuelvo a recordar una conversación -que ya mencioné en otro post- donde una amíga profesional de la salud me explicaba cómo funciona la desnutrición. Los niños desnutridos, presentados con comida, no comen. El fenómeno guarda relación con cómo funciona nuestra psique: para disminuir el dolor de la frustración se nos olvida lo que necesitamos. A diferencia de nuestros vecinos de Argentina, de la potencia mundial que es Brazil o del ejemplo que es Europa, somos un país desnutrido culturalmente, y ello se refleja en nuestros medios de comunicación y particularmente la radio. Nutrir al país con su propia buena música me parece una excelente idea.

Imperdible: 10 máximas del diseño web según los maestros

10 principios extremadamente útiles, directo desde algunas de las mentes más brillantes en el ámbito del diseño de interfaz de usuario (via nettuts.com).

  1. No te olvides del usuario - Jason Fried @ 37 Signals.
    Esto no implica que deberíamos preocuparnos de los estándares. Sólo que no podemos asumir que cumplir con ellos es todo lo que se necesita para crear una buena interfaz.

  2. No dejes de tomar en cuenta las páginas de error - Jakob Nielsen.
    El maestro propone que tomemos a las páginas 404 como una herramienta para la enseñanza. De algo relacionado habla hoy el blog de Google en castellano para webmasters. (via @jccamus)

  3. Siempre define un color de fondo - Jeffrey Zeldman @ Happy Cog, A List Apart.

  4. No exageres la accesibilidad - Roger Johansson.
    Según Johansson, cargar a nuestro diseño de sobre-accesibilidad puede tener un costo.

  5. Usa diseño epicéntrico - Jason Fried @ 37 Signals.
    Esto significa no comenzar con tabs de navegación, el pié o los colores o la barra lateral, el logo, etc. Significa comenzar con aquella parte de la página que de ser removida, cambiaría totalmente la función de la página, esa parte es el epicentro.

  6. Observa a tus usuarios - Collis Ta'eed (no, no es vulcano).

  7. Entrega incentivos para que los usuarios llenen formularios - Jim Kukral.

  8. Mantén la interfaz de usuario consistente - Jakob Nielsen.

  9. Mantén la jerga al mínimo - Erin Kissane.

  10. Crea un prototipo o mockup en vez de un wireframe (dibujo esquemático) - David Verba @ Adaptive Path.

Nota: si te interesan estos temas, te va a servir el micromedio @usabilidad.

Sí, estaba equivocado, y la nueva LPI podría convertirnos a todos en piratas

Mucho se ha hablado -y mucho he hablado, acerca del problema del lucro sin compensación que los proveedores de acceso a Internet (en Chile por ejemplo Telefónica, VTR, Entel) hacen con contenidos sujetos a derecho de autor y propiedad intelectual, por ejemplo -y en el caso que me interesa- la música.

Parte de la conversación ha girado entorno a un acuerdo que el gobierno y la SCD mantenían en paralelo con la mesa de conversación entre poder ejecutivo y la sociedad civil, y que se conoció en el último momento antes que el proyecto de ley que modifica la legislación de propiedad intelectual en Chile comenzó a ser tramitado en el poder legislativo.

Hay un aspecto en particular en el cual yo he hecho hincapié, suponiendo que la limitación de las excepciones para los proveedores de acceso Internet propuestas por el acuerdo facilitarían una negociación más justa entre los titulares de derechos de autor y creadores, y los nuevos y cada vez más protagónicos distribuidores.

Lamentablemente en ese punto, lo que era a mi juicio la única "gracia" del acuerdo entre la SCD y el gobierno, no es tal. Yo estaba equivocado, algunas modificaciones -específicamente las que tienen relación con el artículo 85- al parecer no hacen gran diferencia. La probabilidad de que se pueda hacer responsable comercialmente a un proveedor de acceso por el tráfico de contenidos que hacen sus usuarios es muy baja, con o sin la LPI modificada y con o sin el acuerdo-propuesta SCD-Gobierno.

Por una cuestión de reiteración y completitud, el proyecto de ley pre-acuerdo expresaba la excepción para los proveedores de acceso de varias formas. Si la expresa de menos formas, de todas maneras aplicaría, haciendo poco práctico demandar -por ejemplo por tráfico p2p- a los proveedores de acceso.

Un problema de base

Debido a la manera en que se estructura la filosofía tras el derecho de autor, el uso de obras protegidas se puede regular y tarifar en función del uso mismo, no el disponer acceso por parte de intermediaros. Consecuentemente, no existe el sustento legal (aún) para una solución como la que yo he propuesto, de convertir el tráfico p2p "libre" en un negocio legal usando muestreo y que compartan beneficios quienes hoy lucran crecientemente con ese negocio.

Que no exista un sustento legal que lo obligue, no evita que sería una buena y justa idea la compensación y legalización del p2p. Podría hasta ser un buen negocio. Pero al parecer va a tocar convencer al gato por las buenas de no comerse la carne sólo, la ley no podrá en este caso defender a los creadores y regular a los intermediarios.

Resumiendo: muchos comensales que han tenido la amabilidad de compartir su desacuerdo conmigo están más en lo correcto que lo que yo pensaba; desde su punto de vista y para su tranquilidad, la LPI modificada no parece ser un retroceso en la neutralidad de la red.

Desde mi punto de vista y a mi pesar, el proyecto de modificación de la LPI no tiene el alcance necesario y no es un avance en el establecimiento de un trato más justo entre creadores e intermediarios, con o sin los cambios propuestos por la SCD.

Pero lo que es más grave: temo que el proyecto -al eximir al proveedor de acceso de responsabilidad cuando hace comunicación pública de las obras- hace recaer dicha responsabilidad sobre el usuario, o sea se podría decir que convertiría a los usuarios en piratas.

Queda abierta entonces la pregunta: ¿Cómo se solucionará el conflicto de intereses entre proveedores de acceso y autores? ¿Cómo se hará que la descarga de contenidos sea más usable y despenalizada para usuarios? Pues está claro -observando la historia reciente- que la prohibición de que la 'net se use de una cierta forma no logra que exista un trato más justo.

El estado del Estado: tiende al FAIL, tecnológicamente hablando.

Cortito: de muestra un botón. Varios diputados de la República de Chile se dieron vuelta inexplicablemente la chaqueta, cuando pudimos haber tenido legislación que incentiva el uso de software no-propietario como opción, con los consiguientes ahorros de costos, incremento de seguridad y desarrollo local.

Todo al respecto en El Francotirador.

En todo caso y contrariamente a mi habitual costumbre de ver el vaso medio vacío, pienso que al menos la discusión ha permitido crear consciencia, y si bien los honorables han decidido no fomentar ni obligar el uso de software libre, tampoco la ley parece fomentar u obligar el uso de software propietario.

Ya que se haya puesto en la conversación nacional la diferencia en costo y otros factores relevantes de uno u otro modelo, puede haber un beneficio para el país. Si bien los informáticos de las reparticiones estatales no estarán obligados ¿cómo no van a tener al menos la curiosidad? y sus jefes -espero que con alguna otra idea acerca de gestión y costos- sabrán hoy un poco más que ayer acerca de un mundo allá afuera que no orbita alrededor de Microsoft.

Además, parece que están saliendo de las universidad generaciones de excelentes informáticos, que comprenden las ventajas de software de código abierto, y por suerte son los expertos en tecnología y no los honorables los llamados caso a caso a decidir qué tipo de solución implementar.

Mientras, rezo a Sor Teresa que en el caso de la Internet vs. la propiedad intelectual, haya más de profundidad e inteligencia en la legislatura.

Encuesta: ¿Quién debería ser el asesor "2.0" estrella de las próximas presidenciales chilenas?

El reciente triunfo de Barack Obama en las elecciones de gringolandia, el innegable factor de la Internet en su exitosa campaña y la inminencia de las elecciones chilenas sin duda genera -en cada fuerza política que aspira a tener un candidato presidenciable- la ineludible pregunta: ¿cómo haremos que el nuestro sea el "candidato digital"? ¿Quién nos ayudará a lograrlo?

Quiero proponer algunos nombres, pero primero me gustaría recalcar lo que pienso acerca del triunfo de Obama: creo que se debe en primer lugar a estar claramente comprometido con el bienestar de las personas y no los intereses corporativos, la carrera hoy en cualquier democracia pasa por el factor online, ha quedado demostrado.

1.3 millones de amigos en Facebook, medio millón de amigos en MySpace, 63 mil seguidores en Twitter (fuente) son cifras que superan impresionantemente a las de su competencia y no se lograron por casualidad. Detrás hay un equipo de personas altamente talentosas y comprometidas, profesionales cuya experiencia no viene de la política si no de la comunicación y la comunidad Internet. Dos ejemplos:

Joe Rospars, el director de nuevos medios de Obama, hizo una efectiva campaña con videos cero-efectistas, colocando al internauta en la primera línea de la campaña, permitiendo al elector ser testigo de momentos como la redacción de discursos, algo que parece impensable en Chile. Materiales de esa naturaleza hicieron posible que el el discurso de 37 minutos sobre el tema de lo racial haya tenido 5 millones de visualizaciones entre marzo y noviembre.

Chris Hughes, uno de los cuatro fundadores originales de Facebook, es otra de las fuerzas detrás del éxito de Obama en Internet. A principios del 2007 con 23 años, Hughes se integró a la campaña de Obama como el "guró de redes sociales". Gracias a su comprensión de los fenómenos de red social, el joven logró crear el sistema que permitió a la campaña recolectar unas dos millones de donaciones de menos de US$200 (fuente).

¿Quiénes serán nuestros Hughes y Rospars?

¿Alguien se imagina en Chile -por ejemplo- a Ricardo Lagos, con Juan Francisco Diez de mano derecha? No se si el bueno de @jf10 se interesa en política, pero pensé en algunos otros nombres, chilenos que conozco que tienen inquietudes en el ámbito de lo público y experiencia en redes sociales y comunicación en Internet, propongo que los sometamos a votación.

Alfabéticamente, links a sus perfiles en Twitter: Amir Yazdani, Cristian Labarca, Darcy Vergara, Jorge Barahona, Juan Carlos Camus, Luis Ramirez, Miguel Paz, Pablo Matamoros, Paloma Baytelman, Paulo Saavedra y Roberto Arancibia. Para evitar cualquier sesgo no me incluyo en la votación. Sin duda hay más gente que debería estar en esta lista, sólo fueron los primeros nombres que se me vinieron a la cabeza.

¿Votemos?

Di: sonancia

Encuesta sobre música y la Internet en Cooperativa.cl sugiere que descarga es parte natural del servicio

Leyendo la encuesta del 20 de octubre en cooperativa.cl, me llaman la atención dos cosas:

En primer lugar la redacción, que al proponer la respuesta "No, como principio la red es gratuita" está en un error, porque actualmente la red es privada y su acceso no suele ser gratuito, si no pagado.

Por otra parte, el conjunto entre pregunta y respuesta sugiere que la descarga de música es una parte natural de la oferta del servicio de acceso a Internet, con lo cual estoy totalmente de acuerdo, y por lo que sostengo: no somos piratas cuando descargamos música o películas a través de dicho servicio, y -dejando de la lado el problema de la compensación, que aún no está resuelto- no necesitamos servicios de descarga donde nos cobren casi lo mismo que una tienda física.

A juzgar por los resultados, al parecer la mayoría de los votantes pensaría algo similar.

Tienda de música VTR/Bazuca, al lado equivocado de la cola larga

Con unos 500 mil archivos mp3 provenientes de Sony BMG, Warner, y Feria Music, el servicio consiste en contratos de tarifas planas o venta "a la carta" de álbumes o fonogramas.

Hasta ahí todo bien, la idea ha recibido buenos comentarios, particularmente por no usar DRM.

Pero el diablo está en los detalles. En mi opinión, no va a resultar, pues ni la forma de pago, ni el precio ni el producto están bien. Explicaré por qué no se trata del eMusic chileno, por mucho que me gustaría creerlo.

Forma de pago: sería simpático y altamente usable que el cliente de VTR pudiera descargar las canciones que le interesan, y que cobro se sumara a su cuenta, Pero no es así; se paga con tarjetas de crédito, a través del sistema WebPay, o se pre-contrata una cantidad limitada de música para bajar por mes.

Precio: sería atractivo si el precio fuera sumamente bajo, por ejemplo cl$50 por canción y cl$500 por álbum, pero no es así, en la modalidad de pago por fonograma o álbumes, el precio será de cl$490 y cl$4900 respectivamente.

Me parece una burla para los usuarios ofrecerles pagar casi lo mismo por un fonograma o conjunto de fonogramas sin el soporte físico, que lo que pueden pagar por el álbum en una tienda. El mp3 no requirió impresión, aluminio, silicio, transporte, papel, tinta, aduanas, etc., es menos de lo mismo. (™ Marco Enríquez).

Contenido: Luis Miguel, Madonna, Maná, Red Hot Chili Peppers y Miguel Bosé, entre otros... nada que decir, son el estado del arte de la gran industria, pero se trata de figuras que por 10 años o más han sido consagrados en el mercado mundial ¿Dónde está toda esa nueva y sorprendente música producida en estudios caseros, auto-editada sin ser complaciente o políticamente correcta con los sellos y sus socios? No está, pues los sellos grandes quieren competir con si mismos y no están dispuestos -aún- a bajar sus precios a algo más razonable.

Ni siquiera proyectos comerciales "gratis" (financiados por publicidad) y apoyados por sellos como SpiralFrog y We7 han tenido éxito en competir con las redes p2p "ilegales". ¿Por qué a VTR/Bazuka tendría que irle mejor?

Me surge un montón de preguntas:

¿Cómo los ejecutivos de VTR no saben -especialmente considerando que ya conocen sus propias estadísticas- que la gente ya descarga toda esa música y más? ¿De verdad creerán que los usuarios van a pagar extra por un servicio limitado, cuando ya disponen -supuestamente- de p2p ilimitado?

Habiendo pasado dos días desde que se publicó la noticia en Cooperativa.cl acerca del "iTunes chileno", veo que tres de los cuatro comentarios de lectores mencionan el uso de p2p como algo normal.

¿Qué harán esos mismos ejecutivos -teniendo la posiblidad de hacerlo- para no filtrar o al menos limitar o dificultar la descarga mediante p2p de esos mismos fonogramas que están vendiendo?

¿Quién del ámbito de la creación se subiría al carro, cuando los artistas ya regalan o venden directamente a todo usuario sin tener que pagarle comisión a VTR, como ya lo estamos haciendo con Marcelo Vergara?

Mi conclusión: al cobrar precios altos por una oferta limitada, la tienda de música de VTR/Bazuka nació en el lado equivocado de la cola larga. Dudo que pueda ser un éxito comercial por si misma.

Dado que la tienda de mp3 no llevará a VTR la quiebra ni le convertirá en el nuevo Google, me pregunto por qué lo hicieron: ¿Será para crear la ilusión de jugar limpio, precisamente en estos días en que los legisladores están votando el proyecto de reforma a la ley de propiedad intelectual, que puede afectar significativamente su negocio principal?

Lo realmente impresionante, sería que VTR hubiera decidido voluntariamente hacer muestreos y pagar derechos por lo que sus usuarios ya descargan. Al sanear comercialmente e incrementar la legalidad del p2p, podrían facilitar su uso y hacerlo tan fácil como lo es hoy iTunes.

Marcelovergarahead

Mientras algunos nos damos vueltas y vueltas teorizando acerca qué es justo, cómo debería ser la nueva ley y si somos delincuentes o no, la música sigue su propio camino.

Animal es el nuevo álbum de Marcelo Vergara, y a partir de hoy está disponible online.


¿El mecanismo? Se acepta una donación de cl$4000, que -gracias a DineroMail- se puede pagar de varias maneras incluyendo tarjeta de crédito, Ripley y Servipag. Una vez que has donado, accedes a una descarga vía web o por p2p, como prefieras, gracias a un servicio lanzado hoy llamado VIPeers.

Si no quieres o no puedes pagar, no hay problema, irán apareciendo las canciones para descarga gratuita. Por ejemplo hoy apareció El Hombre y antes ya se había publicado Gasté Todo Mi Amor.

Si quieres conocer y escuchar a Marcelo en persona, puedes darte una vuelta esta noche por Thelonious, Bombero Núñez 336, Barrio Bellavista, Santiago de Chile, tipo 22:00.

El álbum cuenta con la participación de Javier Barría, Andrés Landon, Cristóbal Tobar y otros destacados músicos chilenos, y su producción fue posible gracias muchas ayudas incluyendo la de la Municipalidad de Santiago y Juan Pablo "Prabha" Quezada. Es una producción de canal.cl.

La pregunta que nunca hacen

Andrew Dubber es un tipo que admiro mucho, a quién tuve la oportunidad de conocer hace poco más de un año en el CMJ en NYC. Andrew, similarmente al caso de Gerd Leonhard a quién también admiro y leo bastante, se pasa una buena cantidad de tiempo hablando y escribiendo acerca de nuevas estrategias para el quehacer de la música. Dubber cuenta que en sus conversaciones en público, le llama la atención que hay una pregunta en particular que nunca le hacen:

¿Es más importante que el negocio de la música genere dinero, o es más importante que la cultura se expanda, innove y crezca?

¿Y tu qué piensas?

Ni Andrew ni yo pensamos que las dos cosas sean mútuamente excluyentes, y nótese que la pregunta habla del negocio de la música, por lo tanto guarda relación con todos los involucrados, no solamente los músicos o los autores.

Ya, no somos delincuentes ¿y ahora qué?

He seguido de cerca el debate, los sitios web y esfuerzos en Facebook, para conversar del tema, explicar mi opinión, hacer más preguntas e invitar a la reflexión. Ahora quiero comentar otro poco.

Nota: este texto es en respuesta a un post en el blog de Jorge Barahona.

Pienso que la aseveración de que el gobierno se apresta a instaurar a la SCD como un quinto poder es exagerada.

Para empezar, en el proyecto que he leído, me parece que no se establece la SCD como la única entidad (sociedad de gestión colectiva) que puede representar a titulares de derecho de autor y recaudar o fiscalizar en su nombre, por lo tanto no habría monopolio. Update: Y si hoy lo hay, es algo que m gustaría que cambie, y agradecería una ley que sea amplia en ese sentido.

Por otra parte -y ello es responsabilidad de la SCD por no comunicar bien su rol y su intención- no es un conflicto de los artistas con los usuarios, es un conflicto de las sociedades de gestión colectiva de derechos y las empresas que hacen lucro con las obras de sus representados.

Yo concuerdo plenamente con la idea de que no somos piratas, y puedo explicar por qué. Por ejemplo en el caso de la Internet, los usuarios pagamos por hacer descarga de contenidos. Se podría decir piratas son las empresas de telecomunicaciones que profitan con algo que no les pertenece. Pero hay una figura más apropiada, la comunicación pública. En Chile Telefónica, VTR, Entel y otros proveedores de acceso profitan al ser parte de la comunicación pública de obras.

Lo que necesitamos no es una ley que castigue a los usuarios, si no una que protega a los creadores ante el abuso de las empresas que hacen un negocio con sus creaciones sin compensación. En muchos aspectos, la nueva ley va en esa dirección. En otros no tanto, y para eso -espero- queda tiempo aún.

Reducir la discusión a criticar un arreglín entre la SCD y el gobierno de turno es perder de vista lo fundamental: hay una anomalía que se produce entre privados, los creadores y los distribuidores, donde la sociedad no ha creado un marco legal para asegurar que los segundos no abusen a los primeros.

Naturalmente, ante el nuevo paisaje tecnológico mediático, necesitamos nuevos conceptos y nueva legislación. Pero también necesitamos inteligencia y responsabilidad, para entender y ejercer de una nueva manera lo justo, lo correcto, lo sano.

Yo imagino que a la SCD -o más bien a los creadores que representa- no le perturba que descarguemos música y películas, lo que le perturba -y con justa y legítima razón- es que lo que estamos pagando para ello a nuestros proveedores de acceso (y que en Chile es harta plata por un servicio mediocre) no vaya a dar los titulares de esas obras.

Esa situación anómala es algo de lo cual toca como sociedad hacernos cargo. Y no es que lo diga yo, ni que lo diga la SCD, lo dice Lawrence Lessig, el creador de Creative Commons.

Criticando ciegamente a la SCD sólo porque como usuarios queremos estar seguros de poder seguir descargando vía P2P es legítimo pero insuficiente. Decir que 10 mil chilenos no somos delincuentes es verdadero pero una tautología, un ruido comunicacional que no veo que conduzca a una solución.

Sería mucho mejor que propongamos soluciones de manera proactiva, para que los creadores, el gobierno y los usuarios pudiéramos movernos en un terreno seguro, y cultivar así un trato justo.

Evidencia de un superorganismo

Kevin Kelly -en un sorprendente ensayo publicado en su sitio The Technium- nos propone que el superorganismo ya existe, y aporta un antecedente particularmente provocador.
Por ejemeplo en 2002 investigadores analizaron unos 300 millones de paquetes en la Internet para clasificar su orígen. Estaban particularmente interesados en el muy pequeño porcentaje de paquetes mal formados. Los paquetes (el "sobre" del mensaje) suelen ser mal formados ya sea por hackers malicisos para atacar computadores o por varios bugs en el sistema. Resulta que el 5% de todos los paquetes mal formados examinados por el estudio no eran identificabes como malicioso ni bugs. Los investigadores descartaron esta información, etiquetaron estos paquetes como simplemente "desconocidos". Quizás fueron creados por hackers con finalidades que los investigadores no comprendieron, o por bugs desconocidos. Pero un paquete así tambien podría ser una señal emergente, un paquete creado por el sistema. Prácticamente por definición, dichos paquetes no podrían ser rastreados o monitoreados y serían descartados como ruido.
¿Pero qué tal si no lo eran? Kelly propone que debemos implementar un programa tipo SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence) para buscar indicios de una inteligencia espontánea de la Internet, el SII (Search for Intenet Intelligence). Invito a leer el ensayo completo.

Efectividad publicitaria y contenidos digitales

El estudio de Darcy Vergara y Pedro Arellano sobre efectividad publicitaria y contenidos digitales, entre otras cosas ayuda a concebir cómo escribir para la web. Descargable aquí (advertencia: 4.2 MBytes, el zip contiene un PDF de 4.4 MBytes). (via Ayerviernes / eyetracking.cl).

Lawrence Lessig defiende la legalización de la "piratería"

A propósito de cacerolazos digitales, la SCD, acuerdo secretos, desinformadores y cobradores... si no me quiere creer a mi, créale a Lessig. Directo desde el Wall Street Journal, traduzco algunos extractos:
Desregular "la copia": La ley de copyright se gatilla cada vez que hacemos una copia. En la era digital, donde cada uso de un trabajo creativo produce una "copia," eso tiene tanto sentido como regular la respiración. La ley debería renunciar a su obsesión con "la copia," y en vez de ellos enfocarse en los usos -como la distribución público de trabajos con copyright- que conecten directamente con incentivos que la ley de copyright intentaba promover.
Simplificar: Si la regulación de copyright estuviera limitada a grandes estudios de cine y compañías discográficas, su complejidad e ineficiancia sería desafortunadas, aunque no terriblemente significativas. Pero cuando la ley de copyright intenta regular a todo quien tiene computador, existe una obligación especial de asegurar que la regulación sea clara. Hoy no es clara. La complejidad en los impuestos ya es suficientemente mala. Una complejidad regulatoria de la libertad de expresión es una pesadilla de Primera Enmienda.
(...)
No necesita ser así. Podríamos crear ley de copyright para apoyar un amplio rango de creatividad profesional y amateur, sin amenazar las ganancias de Prince. Podríamos rechazar la noción de que la cultura Internet debe oponerse a las ganancias, o que las ganancias deben destruir la cultura Internet. Pero si esto ha de ser nuestro futuro se necesitará cambio real, cambios en la ley, y cambios en nosotros
(...)
Descriminalizar la generación X: La guerra al compartir archivos sobre redes peer-to-peer es una fracaso. Luego de luchar por una década, el compartir archivos no ha disminuido ni tampoco se ha compensado a los artistas. Deberíamos demandar no a los chicos, si no por la paz, y construir en base a propuestas que asegurarían que a los artistas se les page por su trabajo, sin intentar detener el "compartir".
En Chile tenemos por estos días la oportunidad de acoger estos conceptos e introducir una legislación innovadora, siempre que podamos -como dicen los gringos- "get our heads out of our asses".

Mis lectores habitués recordarán que hice una propuesta para la compensación.

Internet y música, hacia una solución justa

Mis queridos lectores, víctimas de mis arranques y desquiciadas ideas sobre uno que otro tema, a y veces testigo de aspectos de mi vida personal: más de uno de ustedes me ha preguntado qué pienso de lo que está pasando en Chile con la legislación de propiedad intelectual, Internet y las sociedades de gestión colectivas como la SCD.

En los últimos días varios blogs se apresuraron a hacer opinología al respecto, lo cual me parece estupendo, pero vi aportaba poca novedad. Intenté leer los posts, particularmente lo de Claudio Ruiz, que parece apelar con gran efectismo a la voracidad de los internautas y su evidente gusto por las descargas de contendidos vía 'net, servicio por el cual pagan tarifas del orden de las más altas del mundo.

Yo lo que quiero y puedo decirle a Claudio en menos de 140 caracteres es que la gente no es tonta (aunque a veces cuando leo los comentarios en Fayerwayer mi seguridad respecto de este punto flaquea). No hace falta echarle carbón a la discusión calificando a las oficinas de la SCD como "cuarteles".

Recuerdo que en la encuesta que hice en septiembre, menos de un 30% de quienes votaron creen que uno no debe pagar por los contenidos que descarga. O sea la gente no sólo no es tonta, es además generosa. Aunque mi encuesta no sea "científica" o extrapolable, en la online y offline he visto pocas declaraciones de que no haya que pagar por la música, de que toda la música sea gratis, etc. No he hecho estadísticas al respecto, no tengo tiempo de hacerlas y no creo que sea necesario.

Opino que es un mito que la gente no valora ni está dispuesta a pagar por descargar música, no sólo por lo que ya dije, hay otra razón mucho más evidente e irrebatible, ya pagan.

Tenemos entonces que darle la posiblidad a los internautas de que la descarga de contenidos que actualmente hacen, se haga dentro de un marco que aporte compensación a los autores, legitimando el negocio entre creadores, distribuidores y usuarios. Dicho de otra manera: podemos legalizar el "pirateo". Esto no significa crear artificialmente escasez -como se hizo en Francia-, todo lo contrario. A ello me he referido en incontables ocasiones, por lo tanto no entraré en detalles, pero si tengo otro poco más que decir, quiero enfocarme en algunos puntos que me parecen críticos:

El mito acerca de lo que es la SCD:

Para empezar, no representa a los "artistas chilenos". Es una sociedad de gestión colectiva de derechos autorales de música, representa los intereses tanto de titulares de derechos de autor chilenos como extranjeros. Uno de sus roles principales es recuadar fondos por pago de derechos de emisión pública en medios de comunicación (TV, Radio), para compensar a sus autores o titulares de derecho de autor (que no necesariamente -aunque a menudo- es lo mismo).

El mito acerca de la naturaleza del conflicto:
(no es entre usuarios y artistas)

Se suele omitir al protagonista más importante: la empresa de telecomunicaciones. Se trata de un legítimo conflicto de intereses entre autores e intermediarios. El acceso a la Internet es un negocio cuantitativamente muy importante, y gran parte de ese negocio se hace a costas de los autores de contenidos. Creo que si los usuarios no bajaran música ni cine, bastaría con conexiones de 256 Kbps menos de 1 Mbps para la mayoría.

El mito acerca del traspaso del costo a los usuarios:
(no tiene por qué aumentar significativamente el precio de conectarse)

Una de las herramientas retóricas de quienes se abanderan contra el pago de derechos, es que si las empresas de telecomunicaciones pagaran por las descargas, el precio de las conexiones subiría (sin especificar por qué ni lo más importante: cuánto). Ya que no vi que alguien más lo hubiera hecho (ni la SCD), Hice el ejercicio y calculé cuánto podría ser ese costo. El resultado es aproximadamente US$1 por cuenta. Dado el alto precio y plusvalía que hay actualmente en las conexiones en Chile, pienso que que los proveedores preferirían absorberlo. El ejercicio completo fue publicado aquí.

El mito acerca de la vulneración de la privacidad:
(es tan fácil meter miedo, mucho más fácil que proponer soluciones)

De manera muy similar a cómo la compañía telefónica puede diferenciar tráfico y cobrarnos llamadas de larga distancia u otros servicios, un sistema de muestreo puede eficazmente determinar el tráfico sin revelar datos privados de persona alguna. La explicación de un mecanismo para ello fue publicada acá.

El mito acerca del arte y el dinero:
(los artistas también comen)

A menudo nuestra cultura clasifica al artista como un ser etéreo, desprovisto de necesidades humanas, incapaz de hacer gestión comercial, bohemio, soñador, irresponsable, hippie, punky, anti-sistema, etc. He vivido y trabajado toda mi vida con artistas y puedo atestiguar lo contrario. Un artista tiene tanto derecho a cobrar por su trabajo como un diseñador, programador, ingeniero, vendedor, periodista, abogado, etc. Y no sólo el derecho, tiene además la necesidad; el colegio de los hijos, el lugar dónde vive, las cuentas de servicios y el alimento no se pagan con buena onda, atención o prestigio, se pagan con dinero. ¿Alguien que hoy paga por 'net no puede pagar US$1 mensual más, para que los creadores puedan seguir creando?

Me parece inmoral suponer que la única fuente de ingreso de -por ejemplo- un músico, deben ser sus prentaciones en vivo. ¿Acaso -por ejemplo- un diseñador no debe ser compensado por hacer un sitio web, porque la Internet puede multiplicar el resultado de su trabajo de manera infinita?

Resumiendo: me parece de una pobreza cultural patética no tener la generosidad y la consciencia, no abrirse al diálogo en torno establecer compensaciones justas. Coincido con Henry Jenkings cuando dice que necesitamos una economía moral. También me parece patético que se establezcan acuerdos secretos entre el gobierno y la SCD, pero esa es otra historia. Hay un punto del acuerdo -secreto o no y legítimo o no- que si me gusta: se ha eliminado del proyecto la excepción que evitaba la posiblidad de que los proveedores de acceso se hagan cargo del negocio de contenidos que hacen.

No anhelo que tengamos un sistema como el de Francia ni como el de España, pero creo con el avance en ese punto nos estamos moviendo hacia una solución justa. Ahora el senado podrá perfeccionar la ley y crear un modelo que haga el bien para las partes involucradas. Se que no será fácil. Lograr un equilibrio entre la neutralidad de la red y el pago por tipos de tráfico parece casi imposible.

Me he referido a la problemática en relación a las descargas de música y cine porque es el tema que más me compete. Quiero ser muy claro: no estoy de acuerdo con que se eliminen del proyecto de ley excepciones para usos educacionales, y lo más importante: copias para uso personal. Es inconcebible que sea ilegal -por ejemplo- tomar la música de un disco que he comprado y traspasar su contenido a mi computador o reproductor portátil, lo mismo para cine y texto, espero que los legisladores vean la luz y comprendan que no sólo es torpe prohibir la copia privada, es además imposible de restringir en términos prácticos.

También es inconcebible que el Gobierno de Chile haya convocado a una mesa de trabajo ciudadana, que incluía a la SCD, y luego haya resultado tener un acuerdo secreto -reconocido y denominado de esa forma por la ministra Urrutia- con dicha organización para defender sus intereses. Para más detalles sobre el acuerdo secreto, sugiero la FAQ de Culturadigital.cl.

Aclaro que no trabajo para la SCD, aunque soy titular de derechos de autor e intrepretación. Como buena práctica periodística, intenté contactar a Relaciones Públicas de la SCD para que me expliquen la situación, pero no he obtenido respuesta hasta ahora.

Para una visión diferente pero respetable de la situación, sugiero ver el post de @huasonic, también hay algo en lo de @francotirador y Cristian Sepúlveda ha escrito acerca de la SCD en Liberación Digital.

El NY Times y lo que podría pasarle a Fayerwayer

Aclaro que no se trata de futurología ni de lo que dicen. Más bien es una idea que pensé luego de ver una nota en O'Reilly Radar sobre sindicación de blogs externos por parte del NY Times.

El New York Times anunció recientemente que sindicará contenido de Read/Write Web, Giga Om y Venture Beat, tres exitosos blogs. Una jugada que le permite al diario asociar periodismo independiente y reconocidamente exitoso a su marca.

En Chile hay varios grandes actores mediáticos cuyas marcas en el ámbito de la tecnología son bastante pobres. Imaginemos por ejemplo el tremendo potencial que tendría la dupla Copesa+Fayerwayer. Por ahí alguien dirá que existen también Murke y El Mercurio, aunque me cuesta concebir una combinación de ese tipo por varias razones, quizás para Murke es demasiado pronto y para El Mercurio ya es demasiado tarde. Hint: el mercado hispanohablante es más grande que esta larga y angosta franja de tierra.

El poder de la comunidad

Lo concreto es que la dificultad que tienen grandes empresas periodísticas para mantenerse al día y ser actores relevantes en algunos nichos abre posibilidades interesantes para las comunidades que la están llevando, y que gracias a su origen en la comunidad, son la comunidad.

Los diarios que establezcan este tipo de alianzas ganarán porque se soluciona la dificultad que tienen las grandes empresas de adaptarse a cambios. Los blogs que trabajen con los diarios se beneficiarán porque es mucho más fácil para un medio tradicional vender publicidad que para un blog.

Joshua-Michele Ross finaliza la nota con una pregunta retórica: "¿Qué más necesitan hacer los diarios para salvarse?", pero creo que hay un potencial mucho mayor: las fortalezas y debilidades de los blogs temáticos (y por qué no, de los blogs de columnistas) parecen complementarse mágicamente.

La anomalía de Chris Anderson en Chile

Hoy se presentó en Santiago el destacado editor de revista Wired, que impresionó al mundo con su hipótesis de la cola larga en la economía. En principio me parece estupendo que venga, pero no me logro sacar una sensación extraña en relación a lo que observo.

Por un lado, lo que Anderson ha explicado incontables veces está ampliamente encontrable, en su blog es posible hacerle preguntas, conocidos míos se emilian con él y tal. Su cosa -la cola larga, las economías de la reputación y la atención- está tan publicada que Chris está efectivamente en la cola corta.

Por otra parte hay algo raro en que las invitaciones dedocráticas para ir a verlo. (Disclosure: no fui invitado, pero tenía cómo conseguirme una invitación y no lo hice).

Lo otro que me perturbó es la cobertura via Twitter. Me sucede que -ahora que ya Twitter es parte cotidiana de la vida de cientos de personas que conozco- no veo el sentido en reportar por esa vía un seminario. Hallo más cómodo leer un reporte bien redactado y en forma lineal, en vez de la forma inverso-cronológica. Twitter me parece útil para mantener contacto con cercanos y para enterarnos de cosas instantáneamente, pero no veo el valor en enterarme instantáneamente de cada frase de Anderson.

Entonces, ¿cuál era la noticia?

Si hubiera ido al seminario, no lo habría twitercasteado, le tengo más respeto mis casi 700 lectores y les quiero dar más señal que ruido. Mi humilde opinión; bienvenidas las demás. A todo esto Roberto Arancibia escribió sobre el asunto, mientras que Daniel Vak Contreras escribió en Enredando.

"He robado 492 mil euros a quienes más nos roban para denunciarlos"

"Se trata de una acción ajena a cualquier tipo de violencia, que reivindico como una nueva forma de desobediencia civil, a la altura de los tiempos que corren. Cuando la financiación al consumo y la especulación son dominantes en nuestra sociedad, ¿qué mejor que robar a los que nos roban y repartir el dinero entre los grupos que denuncian esta situación y construyen alternativas?" (fuente). Ya hay un grupo de apoyo a Enric Duran en Facebook.

Rosca en torno a senador Fernando "0.0" Flores por lobby con empresas de telecomunicaciones

Fuente: El Mostrador/Miguel Paz

El diputado diputado UDI Gonzalo Arenas segura que hubo "negociaciones de salón" y "muchas reuniones de pasillo", en el contexto de la discusión del proyecto de ley de Neutralidad en la Red.

El proyecto de Neutralidad en la Red ingresó a tramitación en la Cámara de Diputados el 20 de marzo de 2007 y en abril pasado, cuando iba a ser votado en la sala del Senado, el senador Guillermo Vásquez pidió que fuera pasado a revisión de las comisiones de Transportes y Telecomunicaciones, y de Economía.

De acuerdo a Vásquez el proyecto debía ser previamente discutido en conjunto con el proyecto de Ley de Propiedad Intelectual, ya que en ambos se revisa el rol de los proveedores de Internet. Debido a esto, el texto se aprobó “en general”, provocando las críticas de Gonzalo Arenas, impulsor del proyecto y miembro de Neutralidad Sí.

Arenas afirma que han existido presiones y fuertes lobbys de empresas de telecomunicaciones, como Telefónica y otros actores del sector, muchos de ellos agrupados en País Digital.

Según El Mostrador, la mañana del lunes 15 de septiembre el senador Fernando Flores tomó el teléfono y se comunicó con el presidente de la UDI Juan Antonio Coloma para manifestarle su enojo con el diputado Arenas, por si vinculación con Neutralidad Sí, organización que el 10 de septiembre pasado publicó un artículo en su sitio web asegurando que Flores tendría “6.1 millones de razones para oponerse a la neutralidad en la red”.

Pepe Huerta (Neutralidad Si) denuncia que "Flores se reúne con los gerentes de las empresas de telecomunicaciones en forma periódica a través de la Fundación País Digital, por lo que sus lazos con dichas empresas se mantienen vigentes como siempre. Esta posibilidad de lobby directo que tienen las empresas de telecomunicaciones sobre los parlamentarios no la tienen, en la práctica, los ciudadanos comunes por lo que encontramos absolutamente ilegítima la participación de Flores en este debate".

El senador Flores manifestó a El Mostrador que no tiene vínculo alguno que lo inhabilite para legislar en estos temas y que estima absurdo y de mala fe pensar y sostener que una pequeña asesoría -muy puntual y específica- realizada por él en el pasado a Telefónica, mucho antes de ser Senador, lo inhabilite en estas materias.

Una asesoría muy pequeña, de US$6M (Sí, M de millones).

La noticia está más detallada en El Mostrador.

La nueva sociabilidad: Consciencia de ambiente digital

Al parecer contra todo pronóstico conservador, la tecnología nos está acercando a nuestra estructura natural de organización social: la pequeña comunidad. Ello explicaría el éxito de sistemas como Twitter y Facebook.

Hace poco días se cumplieron dos años desde que Facebook lanzó su newsfeed, la funcionalidad que presenta de manera centralizada a cada usuario actividades de sus amigos, en orden inverso cronológico. En la práctica se trata de un microblog, similar a lo que hace Twitter, que también cumple dos años funcionando públicamente el próximo mes.

Tanto Facebook -llegando a los 100 millones de usuarios- y Twitter -llegando a los 2 y medio millones- han crecido a tasas enormes, a pesar de la resistencia que tuvo inicialmente el newsfeed y la dificultad que han tenido muchos usuarios para entender Twitter.

Pero entonces: ¿Cómo se explica el éxito explosivo del FB newsfeed y de Twitter (y otros experimentos como Plurk y Friendfeed)? Según Clive Thompson del NY Times, los sociólogos definen una condición humana llamada la consciencia de ambiente (ambient awareness). Por información de contexto físico (movimientos corporales, tonos de voz, cosas que vemos de reojo) en forma no del todo consciente nos hacemos una sensación de la situación emocional de las personas que nos rodean. Con el FB newsfeed y Twitter hacemos algo muy similar, quizás por eso dichos servicios están teniendo tanto éxito.

Cada pequeño trozo de información, por ejemplo una actualización via Twitter de menos de 140 caracteres, significa poco por si sola, pero la suma de muchas de ellas da una sensación muy concreta acerca del estado de una persona, y es en la práctica una nueva forma de cercanía. Señales de este tipo también nos informan sobre el estado de un clan, pueblo, ciudad, país y planeta.

Zeynep Tufekci propone -y estoy totalmente de acuerdo- que esto nos devuelve a las dinámicas sociales de las pequeñas comunidades, a nuestra forma más natural de socialización. Como contraparte a la megadespersonalización que se vive en las grandes ciudades, la segregación de clases, las distancias y pérdida de tiempo y sus suburbios llenos de rejas, la web nos devuelve algo que la revolución industrial y urbana nos había quitado, el clan.

Me gusta la idea.

Info relacionada: Herald Tribune, NY Times, Inside Facebook.

Escuchando Aldea Local capítulo 01

Claudio Gutiérrez ha tomado el asunto entre manos, y ha creado este programa de radio, disponible los sábados y domingos por radio Nuevo Mundo y los lunes vía web, para destacar la música que se hace en Chile. Link.

Madonna en Chile o el problema de creernos primer mundistas

Paulo Saavedra ha testimoneado, desde su experticia en el ámbito web, los problemas que tuvo tanto de seguridad como de publicidad engañosa al tratar de comprar entradas para ir al concierto de Madonna en Chile, via web con Ticketmaster.

El experto cuenta que "no funcionaba en firefox, tampoco guardaba sesiones, me pidió ingresar claves y luego las olvidaba, no me mandaba el codigo de reserva, ni correo de confirmacion de nada, aún cuando acepte que me cargaran a la tarjeta de crédito".

Los detalles en el sitio de Paulo, quién además se ha dado el trabajo de ingresar el caso en el Servicio Nacional del Consumidor, con el folio 000000002002880.

Sin entrar a calificar el tema del precio -al parecer el más alto de toda la gira-, me parece que efectivamente estamos "mostrando la hilacha" como dice Paulo.

Update: @luisramirez nos cuenta que el sitio de Ticketmaster ahora muestra un candado. Presumiblemente han activado SSL. Paulo ha agregado una nueva entrada en su blog.

La Internet del futuro podría ser gratuita

¿Cómo? Muy simple. Existe tecnología, conocida como redes "mesh", donde cada nodo es a la vez un ruteador, y le da conectividad a los otros nodos.

Por estos días, la 'net se estructura como árboles, grupos de computadores (ejemplo, la red de una oficina), se conectan a un ruteador (en inglés router) el cual provee conectividad al resto de la Internet, mediante un enlace privado. Similarmente, la Internet móvil consiste en terminales portátiles que se conectan a antenas que proveen conectvidad. En este modelo, los enlaces que dan lugar a la conectividad son provistos por empresas especializadas, y se paga por usarlas.

En cambio en una red mesh, los nodos se rutean todos entre si y no dependen de un tercero. Esto significa que -si dotáramos a un gran número de routers domésticos y terminales móviles de capacidad mesh (un upgrade de software), mucha gente podría comunicarse entre si usando la nube mesh, sin necesidad de pasar por un servicio pagado.

Hoy Google lanzó "freetheairwaves", proponiendo que en EEUU el espectro electromagnético desocupado se utilice para dar acceso a Internet.

Si bien Google no habla de redes mesh en este momento, la red mesh no es más que un cambio de software en cada nodo, una vez que existe uso libre de conexión de datos sin cables, capaz de cubrir distancias largas, se podría producir una creciente des-dependencia de las compañías de telecomunicaciones.

Bonita idea ¿cierto?

No será fácil, cosa de ver lo que pasó con el OLPC y su capacidad de trabajar en modo mesh. Casi nadie sabe de esa capacidad, y de eso se seguirán encargando las empresas de telecomunicaciones y sus aliados, los medios de comunicación masivos.

Pero Google tiene la ventaja de que no tiene intereses importantes en las comunicaciones tradicionales, su negocio no es ser dueña de cables y espectro electromagnético, entonces ha dado este salto, siguiendo los pasos que anteriormente dio Apple solicitando la autorización de bandas ISM. Apple al final tiró la esponja y se alió con AT&T. Google en cambio ha sido particularmente poco complaciente con la competencia de AT&T, Verizon, y sus planes con T-Mobile para Android no parecen incluir una relación muy cercana ni exclusiva.

Cómo Funciona la Web, libro descargable

Es el título del libro que editó el Centro de Investigación para la Web, de la Universidad de Chile.

Diez historias relacionadas con la red de computadores, cuenta con la participación de José Piquer, una de las personas que podríamos llamar de los padres de la 'net en Chile.

Fuente: Gabriel Esteffan

El libro está disponible en forma electrónica (PDF).

El problema de la nueva LPI: la impunidad de los proveedores de acceso

Aceptando la invitación de Claudio Ruiz, le dediqué un tiempo a leer el proyecto de la nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI), y ver si realmente le da o no "carta blanca" a los proveedores de acceso. Aunque hay interesantes avances respecto de el código que reemplaza, me parece que queda un vacío que favorece injustamente a cierta industria en detrimento de otra.

Paso a explicar:

El proyecto presenta cerca de su comienzo la idea de penalizar "cualquier utilización no autorizada de obras protegidas por derechos de autor y de interpretaciones, producciones y emisiones protegidas por derechos conexos", es una frase alarmantemente general que sin la excepción (Régimen de limitación de responsabilidad de los prestadores de servicios de internet), haría que dichas compañías puedan ser considerados asociaciones ilícitas.

Entonces se necesita una excepción. Pero la excepción parece algo extrema al especificar que (literal de 85 M): "los prestadores de servicios sólo podrán ser objeto de las medidas prejudiciales y judiciales que se refieren en el artículo 85 S" y no podrán estar sujetas a "pago de ningún tipo de indemnización".

Similarmente, 85 L podría llegar a indicar -según indicaciones propuestas- que "los proveedores de tales servicios quedarán excluidos de responsabilidad" o "los proveedores de tales servicios no tendrán responsabilidad alguna", lo cual está muy bien respecto de la naturaleza de los contenidos mismos, por ejemplo no le toca a la empresa velar por si sus usuarios están accediendo a pornografía infantil o estudiando cómo fabricar bombas atómicas, pero es muy injusto desde el punto de vista del lucro comercial que se haga con los contenidos.

El cuerpo legal incorpora algunos elementos de protección a titulares de derecho de autor, pero de una manera que en la práctica implica dificultad en los procedimientos para que dicha protección se lleva a práctica, y además asegura que haya mucho trabajo para los expertos en derecho que tendrán que defender a las partes.

Aunque hay avance respecto de la ley actual, la nueva ley parece demasiado lenta y compleja para la velocidad en la que ocurren los usos de hoy. Por ejemplo, se establece un mecanismo mediante el cual un particular o la sociedad colectiva que le representa pueden solicitar el bloqueo del acceso a cierto sitios (85 S) y bloquear determinados usuarios (85 T), siempre que el denunciante pueda indicar "localización del material infractor en las redes o sistemas del prestador de servicios respectivo".

El problema con esto es que, considerando la naturaleza de las redes p2p, es poco práctico bloquear de manera individual a los cientos o miles de usuarios que comparten un archivo, o individualizar los cientos o miles de archivos que pueden ser compartidos por un usuario determinado. Para cuando el procedimiento legal haya dado lugar a un mandamiento para el proveedor, el usuario tendrá otra dirección IP, estará compartiendo otros archivos, conectado a otros nodos p2p, etc.

La tecnología involucrada y su acelerada evolución versus lo lento y torpe de sistemas legislativos y judiciales, es la razón por la cual la EFF, Gerd Leonhard y yo -aunque no proponemos exactamente las mismas cosas- compartimos la idea de un sistema de compensación en base a estadísticas. El mundo hoy avanza a velocidad de tiempo real, las soluciones reactivas no sirven.

La nueva LPI asegura exactamente lo que yo temía: ni siquiera le estamos dando al gato el rol de cuidar la carnicería, le estamos dando de comer la carne directamente. Con la nueva ley estaríamos dándole inmunidad a los proveedores de servicios de conectividad, en cuanto a compensar por los contenidos con los cuales están lucrando.

Dado que el proveedor de acceso a Internet es intermediador creciente de todos los contenidos, su negocio crece a costas del uso de dicho recurso, cuyos titulares de derecho serán cada vez menos compensados por las vías tradicionales (radio, TV, ventas físicas), introduciéndose una grave y creciente distorción en el mercado, cuyos alcances hoy son difíciles de dimensionar para los legisladores que, por diversas razones -todas legítimas y perdonables, pero reales- no están al tanto de los profundos cambios que la masificación de la Internet está ocasionando en la sociedad.

Claudio ha hablado de la necesidad de que la industria ceda el control, una idea que yo comparto. Pero ceder el control no debería tener que ir de la mano con desproteger o abandonar el negocio. En este caso, le estamos cediendo el negocio -en condiciones de inmunidad anticompetitivas- a un particular tipo de prestador de servicios, que además en Chile es un oligopolio, y que en esa condición mantiene tarifas altas para el tercer mundo. A mi me da lo mismo si eso es injusto para las compañías discográficas y para los grandes conglomerados de comunicaciones. Lo que no me da lo mismo es que eso vaya en detrimento de los creadores de contenidos.

Aunque yo no tengo experticia en el ámbito legal, puedo ver que el proyecto, cuando describe la excepción propuesta para prestadores de servicios que efectúan almacenamiento, servicios de búsqueda, vinculación y/o referencia, condiciona la excepción a que el prestador "no reciba un beneficio económico directa-mente atribuible a la actividad infractora". Si esa excepción a la excepción se aplicara también a quienes transmiten, enruten o proporcionen suministro de redes, entonces me parecería que estamos avanzando en la dirección correcta, pero no es así.

Una propuesta como la que he explicado daría lugar a compensación inmediata, sin necesidad de costosos procedimientos legales, y de hecho complementaría la nueva ley al estar alineada con el anhelo de la "existencia de otras formas de observancia menos gravosas para asegurar el respeto del derecho que se reclama".

Quizás por eso he encontrado un inesperado apoyo entre músicos que han venido a leer aquí, y comprenden el problema además porque lo viven en carne propia y no como un ejercicio teórico.

Trato justo: la solución (parte 2, la tecnología)

Veníamos conversando de una propuesta, a propósito de la relación entre proveedores de acceso a Internet y los creadores de contenido, y la nueva ley de propiedad intelectual que por estos días está siendo revisada por el poder legislativo chileno.

Cada vez que hablo de una solución como la que estoy describiendo, surgen dudas acerca de su factibilidad, costo, y el asunto de la privacidad. Por lo tanto tocaré todos esos aspectos.



En términos concretos, se trata de equipos (de a dos, redundancia) conectado al backbone de las empresas proveedores de Internet, con software programado para buscar keywords además de determinar tipos y cantidades de trafico.

El sistema mediría tráficos y haría muestreo profundo de paquetes, para determinar estadísticamente qué volumen corresponde a contenidos sujetos a licencia. Mediante análisis de palabras clave, el sistema también entregaría estadísticas que facilitarían la distribución de los pagos entre beneficiarios de las entidades de gestión colectiva, información que EFF sugiere complementar con estadísticas públicas de sitios con masas críticas de audiencia como Last.fm .

El costo del sistema, incluyendo la programación y supervisión del funcionamiento de la red de monitoreo resultante, no debería superar los US$75 mil al año, siempre que se cuente con la debida cooperación de las empresas que proveen acceso. La ley podría ayudar en este punto. Estimo que en el primer año ese costo sería menos del 20% de lo recaudado, e iría disminuyendo con el tiempo.

Para casos en que se trate de descargas desde servicios que tienen mecanismos de pago directo, o cuando los autores hayan liberado gratuitamente los contenidos, se establecería un registro de los sitios correspondientes. Por ejemplo el tráfico con sitios como Amazon.com, Itunes Store, CD Baby, Last.fm, AmieStreet, etc. no sería contabilizado, ya que estaría liberado de la necesidad del pago de derechos.

Privacidad

A menudo se menciona el ejemplo del teléfono para hablar del tema de la privacidad. La gracia de lo ‘net es que se trata de conmutación de paquetes y no de conmutación de circuitos, en capas múltiples. Entonces, así como en el caso del teléfono el proveedor no necesita interceptar el contenido de tu comunicación para saber que se trata de una llamada a alguien que está en otra compañía, otro país, su duración, si tiene video, etc., en la Internet se pueden analizar capas y con más detalle, por ejemplo se puede determinar si estás bajando un audio, un video, el nombre y autor de la obra, etc.

Transparencia

Para evitar dudas acerca del resguardo de anonimato y privacidad de usuarios, el software tendría que ser de código abierto y de conocimiento público, y su programación, operación y mantenimiento tendrían que estar a cargo de un tercero imparcial, vale decir no el proveedor de Internet ni tampoco las entidades de gestión colectivas de derechos.

La opción natural es que dicho rol lo asuma el gobierno, creando una oficina especializada, quizás bajo la responsabilidad de la SubTel pero en coordinación con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Cultura. El estado entonces no haría necesariamente la recaudación ni la repartición, sólo se encargaría de la medición y la entrega de la información correspondiente a las sociedades de autores, y dicha información tendría un carácter público.

Incluso, podría ser de gran valor para la industria y el quehacer artístico nacional permitir el acceso público en tiempo real (algo de estilo Google Trends, Tweetmeme, etc.), donde artistas y otros participantes de la industria se informen directamente de la respuesta del público a sus contenidos.

Si bien no digo a priori que la recaudación resultante sea gestionada por la SCD, es evidente que dicha organización tiene un recorrido ya hecho, por lo tanto sería buena candidata para la labor, aunque en ese caso me gustaría ver aumentado el rol fiscalizador del estado, en supervisión de dicha entidad. Particularmente considerando que bajo su alero opera un sello discográfico lo cual la hace ser juez y parte.

Se aplaza el fin del mundo...

... como decía Carlos Smith. La cosa es que encendieron el acelerador, y parece que no colapsó la estructura espacio-tiempo.

Aún estamos aquí, el mundo sigue ahí, etc. Yo tenía listo este post que -si el mundo no se había acabado- se iba a publicar automágicamente. Si estás viendo esto es porque no se acabó, y eso debe ser bueno. Posiblemente tampoco se acabó la hambruna en Africa, ni la crisis energetica, ni la carrera armamentista ni el gobierno de Bush. Y eso debe ser malo. Lo bueno es que cada día es una oportunidad. Gracias por esta nueva oportunidad. Hola mundo. Volvemos a la programación habitual, mientras miras con esos ojos de videotape.

Trato justo, una la solución posible (parte 1, la hipótesis)

¿Sería posible modificar la relación entre proveedores de acceso a Internet y creadores de contenidos, para lograr un trato más justo que el de hoy?

Según mi estimación preliminar, podría bastar con que proveedores de acceso compensen aproximadamente US$1 mensual por usuario, en la gran mayoría de los casos.


Dado que si uno no es parte de la solución es parte del problema, decidí pasar de llorar a proponer, una idea que he venido masticando por años. Como he trabajado en ámbitos de Internet y producción musical, comprendo algo de ambos, entonces creo que mi punto de vista puede ser interesante de compartir.

Un grupo de más de 40 personas (menciones al final) ha contribuido enormemente a lo quiero proponer, no necesariamente por estar de acuerdo, pues precisamente la discusión interesante nace de las dudas y de conocer distintas posiciones. Puede ser tremendamente fructífero estar en des-acuerdo.

También tomé en cuenta la encuesta de canal.cl de la semana pasada, con la siguiente pregunta: ¿Cuál sería un trato justo, entre artistas y compañías de telecomunicaciones que distribuyen su contenido?
  • 37% cree que es legítimo que se produzca compensación a través de empresas de Internet, donde aproximadamente la mitad cree que ello lo debe administrar una entidad privada y otra mitad cree que se debe encargar a una institución pública.
  • 33% prefiere mecanismos de pago directos (cupones, tarjetas de crédito, etc.),
  • 27% opina que artistas deben ofrecer gratuitamente su obra en la 'net, y sustentarse por otros medios.

Nótese que es una distribución de tres tercios, no hay mayoría absoluta, ergo la propuesta tiene que permitir convivencia de las tres modalidades descritas, vale decir
  • que permita compensar a través de las empresas de Internet,
  • el sistema no debe entorpecer o generar duplicidad de cobros para quienes reciban pagos directos,
  • incluyendo eximir de compensación a los creadores que deseen renunciar a ella.

Me satisface señalar que un 70% de quienes votaron parecen estar de acuerdo en que se debe pagar por los contenidos descargados, ya sea mediante pago directo o a través de su cuenta de Internet.

Es una muestra pequeña, y naturalmente sesgada por el tipo de audiencia que tiene canal.cl (obviamente simpatiza con mis ideas), pero igual los números me parecen notables, no los esperaba.

Convirtiendo lo ilegal en legal

Existe consenso en la comunidad creativa de que el uso actual de los proveedores de acceso a Internet es injusto, pues tiene como un fuerte componente la reventa de material que no ha sido autorizado, licenciado, pagado.

Sin embargo y como propongo en el artículo anterior, los clientes de dichos proveedores de acceso, los usuarios finales, quienes accedemos al contenido, pagamos por él. Por lo tanto -al igual como cuando en el comercio pagamos por cualquier otro producto o servicio- podemos asumir como implícito que no estamos en la ilegalidad.

Un ejemplo sencillo

Si vamos a un restaurant a almorzar, no ponemos en duda la condición legal del pan, la sopa, el arroz, la lechuga, etc. Asumimos que el restaurant ha pagado lo justo por todo ello, incluyendo sueldos y comisiones al personal.

Incluso en el caso de la música que se toca en el restaurant -ya sea por si sóla o sincronizada con imágenes en la TV- se acepta y genera un pago compensatorio por su uso, lo cual es lógico dado el valor que puede agregar al ambiente del lugar.

Al igual que el caso del restaurant, la mayoría de los internautas no tenemos por qué conocer la estructura de costos del proveedor de Internet. Consecuentemente, los internautas no somos delincuentes, ni por acción ni por omisión.

Acusar de estar pirateando a un cliente que paga por el acceso, es equivalente a acusar al cliente del restaurant de cometer un delito si el establecimiento en cuestión no pagó un impuesto, o un sueldo, o la cuenta del gas.

Ahora bien, eso nos deja con un problema concreto a solucionar, y es que los proveedores de acceso a Internet no están pagando derechos por contenidos que requieren licencias para su comunicación pública.

Precedente histórico irrebatible: la radio

Algo muy similar sucedió en la primera mitad del siglo 20, con la aparición de la radiodisfusión. Reactivamente, los autores y discográficas entraron en pánico, pero prevaleció la inteligencia, se crearon sociedades de representación (similares a la SCD) que negociaron pago de derechos de transmisión con las radioemisoras, para que dichas empresas pudieran compensar a los creadores de los fonogramas que sustentaban su negocio. Como a los autores y sus socios (las disqueras) también les convenía la promoción que les daba la radio, las tarifas que se negociaron no fueron desmesuradas, la industria creció y un número cada vez mayor de usuarios tuvo acceso a la música.

Adaptándose a los tiempos digitales

Llevar esta misma metáfora al nuevo paisaje medial es un desafío grande, no sólo en lo tecnológico, también en lo legal, pero no imposible.

Mediante un sistema de muestreo y pago, similar al que se usa con la radio y la TV, la situación de anomalía actual podría revertirse en 180 grados, y tanto el rol de las empresas como el uso por parte de usuarios pasarían a ser totalmente legal, continuaría en crecimiento y competencia el acceso interactivo a la música, además surgiendo oportunidades para nuevos artistas, por la conocida disminución revolucionaria en el costo de distribución y promoción que supone la red.

Todos ganaríamos porque:
  • creadores se compensarían y se haría sustentable su trabajo,
  • proveedores de acceso se liberarían de la responsabilidad del pirateo y podrían publicitar abiertamente el acceso ilimitado a contenidos licenciados,
  • clientes accederían sin límite y legalmente al contenido, por el precio más bajo de la historia.

No sólo es posible, es fácil

Por supuesto habrá quienes pongan el grito en el cielo por distintas razones, entre ellos:

Algunos sellos discográficos y las organizaciones gremiales que les representan, que basaban su negocio en el control del acceso a los contenidos, y que aún no entienden que en ese rol han sido totalmente reemplazados por los proveedores de acceso a Internet. Dirán que es inconstitucional, injusto, inmoral, que los músicos son flojos y avaros, que son víctimas de las transnacionales de la música, que las sociedades colectivas son corruptas, que el papa es infalible, etc.

Los proveedores de acceso a Internet y sus defensores podrían amenazar con subir los precios, dirán que el muestreo es técnicamente imposible, que se negarán a ser auditadas, y que la tierra es tan plana como sus altas tarifas. Sin embargo, marginan tanto (cada vez más, ya que su costo principal -el ancho de banda internacional- baja de precio continuamente), que no sería necesario el aumento de precio, de hecho sería impresentable dadas las cifras que propongo a continuación.

Concretando

Hagamos un ejercicio rápido: establezcamos un derecho fonomecánico (¿fonoelectrónico?) de un 4%. Convengamos en que un 80% del ancho de banda de las conexiones es p2p (llegamos a 3.2%), y que de eso sólo el 75% es sujeto de compensación. El resultado es un 2.4%. Apliquemos eso a una conexión de banda ancha domiciliaria de las más caras: si pagas cl$20 mil por mes, la compensación sería de cl$480 .

¿Alguien puede creer que el proveedor aumentará la tarifa de cada usuario en cl$480 mensuales? Yo creo que no, el proveedor simplemente va a retrasar un poco más su siguiente rebaja de precio o aumento de ancho de banda de los planes.

La empresa de acceso Internet que compense a los autores y pague las licencias correspondientes, logrará dos cosas:
  • posicionarse comunicacionalmente como un actor a la altura de los tiempos, participando del "yo te doy tú me das", y
  • evitará las millonarias demandas colectivas que las sociedades autorales -con o sin el apoyo de la industria discográfica tradicional- podrían aplicar.
En Chile estamos a punto de promulgar una ley de propiedad intelectual reformada, que si bien al parecer mejora algunos resguardos, podría incluir excepciones para los proveedores de acceso a Internet, que les permite seguir abusando como lo han estado haciendo hasta hoy. Pero como se puede ver en los números que he propuesto, no tiene por qué ser injusto para las empresas que dan acceso a la Internet, pueden ser números muy razonables.

Las cifras que he planteado son aproximaciones preliminares, habría que medir de tráfico y hacer muestreo en los backbones de los proveedores, para tener números de mayor certeza. Sin embargo no tengo razón para creer que el número final tendría que ser más alto, de hecho probablemente sería más bajo.

Y esto nos lleva al siguiente punto, la infraestructura de muestreo. De eso y otros detalles hablo en otro post.

Invito a seguir en la conversación, para perfeccionar la propuesta. Deberíamos haberla tenido hace años, debería ser un wiki en la web de la SCD, o del Ministerio de Cultura, o del Congreso Nacional. Pero bueno, es lo que hay. En una de esas, todavía no es demasiado tarde.