La muerte anunciada del Observatorio de Datos

A mediados de 2019, el Ministerio de Economía de Chile se planteó crear una entidad público-privada para potenciar el (negocio del) tratamiento de big data, aludiendo en especial a los datos generados por la infraestructura astronómica chilena presente en chile. El 30 de enero se emitió el decreto, y la Contraloría General de la República lo ha declarado ilegal, en buena hora.

Tener grandes volúmenes de datos dispuestos de forma que se puedan realizar intensos procesos de análisis de ellos, por supuesto puede ser muy bueno, y si ese era el objetivo primario del proyecto pues excelente, podía abrir enormes posibilidades de generación de valor.

Problemas de fondo:

Más allá de las razones técnicas de la ilegalidad, expresadas en el a veces un poco árido lenguaje propio de este tipo de pronunciamientos, el proyecto ya venía con problemas en torno a dos temas clave:
  • (des)protección de datos y
  • externalidad económica.
Especialmente a medida que los datos sean más estratégicos y sensibles y no solamente propios de observaciones astronómicas, por ejemplo cosas más aterrizadas como datos de comportamiento y salud de personas, el proyecto implicaba grandes riesgos.

Dejar los datos en manos de empresas como Google o Amazon, que ya han mostrado como algunos de sus negocios consisten justamente en hacer uso de datos de terceras partes, equivale a dejar "al gato cuidando la carnicería". Allí hay un error que se podría haber corregido a tiempo en la base del proyecto.

Además, que datos viajen a otros países para ser almacenados y procesados además los hace más vulnerables por jurisdicción; pierden protección constitucional, legal y contractual al traspasar fronteras, y la legislación chilena de protección de datos todavía no aborda el tráfico transfronterizo. Al tener a Amazon como parte de la institucionalidad, esto era prácticamente inevitable.

Si vamos a hablar de big data hablemos del big picture económico: el OD consolida una demanda enorme por almacenamiento y procesamiento, y tiene en su diseño llevar esa demanda a un postor extranjero que cobrará lo que se le antoje.

En cambio, si el proyecto se hubiera condicionado a usar capacidad local,
  • se crearía desarrollo tecnológico local,
  • ahorraría en transporte de la información,
  • incrementaría circulación local versus fuga de divisas,
  • mejoraría protección de datos al mantenerse dentro de jurisdicción.
De puro pensar que, por ejemplo Universidad de Chile podría implementar la infraestructura para atender esta enorme demanda, como lo hizo en Texas la A&M University, dan ganas de llorar. No es sorprendente, por lo mismo, la reacción del Consejo de Rectores.

Finalmente, la Contraloría vio la luz y declaró ilegal el proyecto. Buen momento para reflexionar sobre lo sucedido, y hacer foco en la interpretación manifestada por el abogado Cristóbal Osorio, en cuanto a ausencia de garantías de protección de datos personales, en referencia a "datos de los entes públicos" y "patrimonio público" como señala la Contraloría. Esto alude a la naturaleza de extractivismo de datos de la iniciativa.

Lo ocurido subraya la necesidad de entender, discutir y consensuar la naturaleza política (y geopolítica) y de derechos fundamentales, y no solo lo tecnológico e industrial, cuando se abordan proyectos de este tipo.

Ahora Chile tiene de nuevo la oportunidad de hacerlo bien.

Conversación relacionada, sobre extractivismo de datos o "feudalismo digital" en Facebook: https://www.facebook.com/groups/gobiernodigital/permalink/2697690560295641/

Para los arqueólogos del futuro sobre la pandemia de 2019 a 2025

Vengo del futuro a decirles que vacuna contra SARSCoV2 no resultó (para detener la pandemia) y tratamientos para COVID19 fueron poco efectivos. Además de las muertes, hay secuelas importantes en la población, incluso en asintomáticos, la gente que está bien es la que lleva años viviendo distanciada.

Con el tiempo, gobiernos, empresas y muchas personas entendieron que el mundo cambió profundamente y la salud pasó a ser prioridad en todo, fue la manera de evitar el fin de la civilización. Pero hay gente que, habiendo pasado años, todavía no cree, o todavía no le importa.

Si leen esto en el futuro y me equivoqué, estaré muy feliz por eso, que bien que las vacunas y/o los tratamientos resultaron y pudimos volver a una vida parecida a la de antes de la pandemia de los '20. Ojalá :-)

Hilo publicado originalmente en Twitter.

Sobre el anuncio de seguimiento mediante infraestructura de telecomunicaciones

El día 18 de junio de 2020 el ministro de Salud de Chile anunció la intención de utilizar datos obtenidos a través de compañías de telecomunicaciones paracontrolar movimientos de personas. Al respecto, la Fundación Datos Protegidos comentó que existe inclumplimiento regulatorio, falta de consentimiento, se excede la finalidad y falta proporcionalidad. 

La declaración de la Fundación coloca especial énfasis en que los datos de geolocalización no son anónimos, pues es posible determinar la identidad de una persona en base a sus desplazamientos. Este problema ha dado lugar, por ejemplo, a que la autoridad de protección de datos de los Países Bajos haya indicado que para la entrega de ubicaciones de personas por parte de compañías de telecomunicaciones hacia el Estado habría que modificar legislaciones.

Más en Fundación Datos Protegidos.

Ver también el hilo relacionado en Twitter.

5G, ¿una herramienta de televigilancia social?

El sitio Malaespinachack.cl publicó una nota por Ana María Hurtado sobre 5G. Un extracto:

Una de las preocupaciones sobre 5G está fundada en que cuando se despliegue por completo, la gran mayoría de los objetos y entornos con los que interactuamos en nuestra vida diaria estarán provistos de sensores conectados a la red, lo cual tiene el riesgo de exponer todo nuestro comportamiento a quienes acceden a la información de esos sensores. Estaríamos frente a situaciones mucho más extremas que el clásico aviso ad hoc que nos muestran las redes sociales justo después de hablar por teléfono sobre nuestro deseo de comprar cierto producto. Porque ya no solo será el teléfono, el computador o la TV con los que interactuaremos a través de la red, sino también el auto, los medidores de servicios básicos, el edificio, los semáforos, las carreteras, etc.

“Toda la tecnología conectada que hoy utilizamos tiene la capacidad de recoger datos del comportamiento. Pero en términos de seguridad, la tecnología 5G es más segura que 4G, porque cuando yo me conecto a la red 4G desde un celular, mi SIM tiene un número, el IMSI, que es fijo y es más o menos fácil de establecer si un tercero tiene el equipamiento suficiente. En 5G, el IMSI está encriptado, se seudonimiza y va cambiando muy seguido, entonces es más seguro. Pero por otro lado, 5G se posiciona como una manera de recolectar aún más información por parte del usuario, porque si yo tengo un aparatito conectado que permite entrar a mi casa, otro que permite que mi automóvil se desempeñe mejor en el tráfico y otro que hace que el cojín en el que duermo esté a la temperatura exacta y todo conectado a 5G, estoy dejando muchos datos sobre mi comportamiento”.

Nota completa en https://www.malaespinacheck.cl/5g-una-herramienta-de-televigilancia-social/.

Privacidad por diseño: una consideración necesaria en tiempos de pandemia

En la edición del domingo 26 de abril del diario El Mercurio, Loreto Cox y Harald Beyer afirmaron que es momento de tolerar un riesgo de renuncia a la privacidad. A modo de respuesta a dicha columna y con el ánimo de explicar la existencia de una falsa dicotomía entre derechos fundamentales y protección a la vida de las personas, la Fundación Datos Protegidos emitió una declaración.

En la declaración, el directorio de la organización afirma que es factible hacer uso de tecnoiogía para fomentar el incremento de distancia física de manera personalizada, sin afectar derechos fundamentales, respetando consentimiento, aminorando necesidad de cuarentenas generales y sin generar alto riesgo de segundos usos de la información. Como ejemplo, propone la la notificación de exposición en base a señales Bluetooth.

La declaración completa está disponible en Datos Protegidos.

La web cumple 30 años

Lo recuerdo como si fuera ayer: iba caminando hacia mi oficina, donde inventábamos cosas con Hernán Pavez et al, leyendo una entrevista a Suzanne Ciani en la revista Wired, y había un recuadro en amarillo que explicaba brevemente el invento de Tim Berners-Lee. Quedé tan impresionado que me paré en la mitad de la Costanera y casi me atropellan.

Cuando llegué a la oficina abrí una linea de comando y usé Linx para ver los sitios web de IBM, Apple y el Sunsite. Más tarde instalaría Mosaic y Netscape 1. A la semana estaba escribiendo HTML. Meses después, GIFs animados. Un par de años después bauticé La Brújula, un índice clasificado de la web chilena, recurso invaluable hecho por Eduardo Rodríguez y Mario Espinoza, en Beaucheff a metros de donde José Miguel Piquer Gardner conectó Chile a la Internet. Por un tiempo, todo lo que había en la web en Chile estaba en La Brújula, el "Yahoo chileno":

Bajo la guía de Eduardo y con ayuda de Apple Chile e Interaccess, con Ciro Vera, pusimos un robot a indexar la web chilena: “El Faro” duró un par de años funcionando, pero no podía competir con Altavista. Cuando apareció Google, Altavista y El Faro dejaron de tener sentido rápidamente.

Con Ciro además hicimos la primera radio online (El Conquistador), la primera TV online (Canal 13) y el primer programa de TV con web que se actualizaba con clips de video (Viva el Lunes) en Chile, ahí conocí a Juan Pablo Redard y otros amigos de los que aprendí tanto.

Ya en esos años, especulábamos con amigos sobre si podrían pasar atrocidades como en Chile de los ‘70 y ’80, en este contexto híper conectado. Con la abundancia en el acceso a medios participativos masivos, situaciones como el clamor por la liberación del periodista Luis Carlos Díaz el año pasado son una linda señal de esa diferencia.

Hoy todo está más a la luz, gracias al invento de Berners-Lee que hoy cumple 30 años.
Gracias Tim.

Ignacio Rodríguez de Rementería