Ignacio Rodríguez de Rementería

Comparando Isatphone Pro (Inmarsat) con un teléfono satelital Iridium

Si bien el costo de los equipos y servicios aún es alto comparado con otras formas de telefonía móvil, la telefonía satelital está cada vez más fácil de usar y accesible. Con la entrada del Isatphone Pro de Inmarsat, para muchos usuarios el costo de disponer de telefonía satelital podría bajar a prácticamente la mitad.

Continuando con el espíritu de la prueba anterior con BGAN, La empresa Globalsat Latam me facilitó un prototipo del Isatphone Pro, teléfono móvil que usa la red satelital de Inmarsat y podría convertirse en la principal competencia de la red de satélites de órbita baja Iridium, ya que Globalstar, la otra red satelital de alcance mundial, se encuentra en funcionamiento parcial desde el 2007.

Para efectos de comparar, usé ambos aparatos. El móvil personal más reciente para Iridium es el modelo 9555, similar en tamaño a un teléfono móvil de hace 15 años.

Iridium se usa de manera muy similar a un teléfono móvil cualquiera, de hecho opera bajo normas emparentadas con GSM, sólo que las radiobases en vez de estar en tierra vuelan a unos 780 km de altura a 27 mil km/h. Un total de 66 satélites proveen cobertura global, incluso sobre los polos, 24x7.

El Isatphone Pro en cambio usa satélites de órbita geoestacionaria, lo que significa que su uso desde los polos es imposible pero implica que la operación del servicio es más barata.

En la práctica, ambos teléfonos son similarmente usables con algunas diferencias pequeñas, principalmente atribuibles al estado preliminar del software del equipo móvil Inmarsat y a la manera en que los probé.

Usé ambos teléfonos durante un par de días y puedo testimonear los siguientes detalles:
  • El Isatphone Pro requiere mayor tiempo para establecer su posición (usa GPS real estándar) y ello es actualmente un paso necesario antes de dar servicio, ese tiempo puede llegar a ser tan corto como un par de minutos, mientras que el terminal Iridium demora pocos instantes en registrarse, por lo tanto el establecimiento de llamadas puede ser más inmediato.

  • Al tratarse de un sistema geoestacionario, la distancia involucrada introduce mayor latencia en la comunicación vía Inmarsat, el retardo es similar al de llamadas internacionales vía satélite, las que aún recuerdo de cuando no teníamos fibra óptica con otros continentes, y es fácil acostumbrarse a él, especialmente porque la comunicación es full-duplex y no hay fenómenos tipo "eco" audible.

  • La incorporación de un GPS real dentro del Isatphone Pro en combinación con su mensajería permite enviar coordenadas precisas vía e-mail o SMS, una funcionalidad que puede ser muy útil en casos de emergencia. Si bien Iridium también puede entregar información de localización, es de mucho menor precisión y no está accesible para el usuario común de sus teléfonos.

  • Dentro de un recinto (en particular mi departamento) es casi imposible usar Iridium, en cambio es posible hacer llamadas a través de una ventana con vista despejada hacia el norte con el Isatphone Pro, incluso a través del vidrio, con la ventana cerrada. Naturalmente, esta ventaja varía según la posición geográfica; más cerca del ecuador los satélites geoestacionarios se van acercando al zenit, lo que hace hará difícil aprovechar esta ventaja.

  • La duración de la batería del Isatphone Pro es notablemente mayor que la del terminal Iridium. De hecho al parecer no existe ningún teléfono satelital que supere las especificaciones.
En el video, muestro el Isatphone Pro en uso, particularmente su función de mensajería de coordenadas.


El equipo aún no está disponible comercialmente, pero lo estará en el corto plazo a través de Globalsat Latam y se espera que para uso ocasional el costo sea mucho más bajo que soluciones basadas en Iridum, gracias a la posibilidad de prepago con duración de dos años y el menor costo del aparato.

Uso público de Wi-fi en Chile podría degradarse por redes de privados como Stel

Lo que los periodistas llamarían "polémica" comenzó en Maipú: se está autorizando a una empresa llamada Stel implementar red para comercializar Internet, con antenas que molestan a los vecinos. Pero además de lo visual, se trata de una enajenación del territorio electromegnético de los vecinos, y eso es un asunto interesante.

La empresa Stel, cuya propiedad mayoritaria recae en su gerente general Alejandro Ulloa Azocar, cuenta con permiso (y está solicitando más) para usar 2.4 GHz con hasta 0.7W + 7,4 dBi y 5.8 GHz con hasta 0.2W + 7 dBi, para dar acceso Internet y VoIP en hogares.

Presumiblemente, usarían 2.4 GHz para dar acceso a clientes y 5.8 GHz para intercomunicar postes en modo mesh, donde todos son ruteadores y la red se adapta dinámicamente al ancho de banda requerido. Todo eso es muy interesante técnicamente, pero tiene una alarmante externalidad:

Para su "última milla" los 2.4 GHz que la empresa usaría corresponden a la misma banda del espectro "wi-fi" que usamos en cientos de miles de hogares para compartir conexiones. Si bien wi-fi, Bluetooth y otras tecnologías que operan en 2.4 GHz incluyen mecanismos de reducción de interferencia, la capacidad para compartir el espectro no es ilimitada, por lo tanto habrá interferencia. De hecho (ver más abajo) en algunos barrios ya hay problemas de interferencia sin Stel. Con Stel sólo puede ser peor.

Marco legal injusto

Examinando la normativa vigente, nos podemos encontrar con la resolución ministerial núm. 755 exenta del 15 de julio de 2005 que autoriza usos limitados sin necesidad de licencia explícita para usos no-comerciales en recintos cerrados (ver también la resolución ministerial núm. 745 del 8 de junio del 2004). Todo esto está muy bien, salvo que la autoridad puede además autorizar a privados a usar la misma banda para usos comerciales, y eso está muy mal.

No sólo mal técnicamente, por posible interferencia; mal bajo conceptos de administración de justicia y distribución de riqueza, pues no es justo que se permita al privado usar (e interferir con) espectro de uso ciudadano (ej.: wi-fi) pero no se permita a los ciudadanos usar por su cuenta el espectro asignado a privados (ejemplo: GSM, 3G, trunking, etc.)

Licencia para matar (tu wi-fi)

En el caso de Stel, la compañía contaría con autorización especial, de manera que su derecho a usar el espectro prevalecería por sobre el de la ciudadanía (eso somos nosotros). Así Stel ahorra costos en infraestructura, pero el costo lo pagamos los usuarios pues se afectarán nuestras redes wi-fi.

Las normas citadas establecen que si nuestra pequeña estación wi-fi casera interfiere con alguno de los cientos de postes de Stel, tenemos que cesar su operación. Un asunto perverso, puesto que la empresa tiene interés natural en privilegiar su servicio por sobre lo que el usuario ya podría tener.

La posiblidad de interferencia no pertenece al ámbito de las teorías conspirativas o la ciencia ficción. Es un hecho que en algunos barrios de Santiago la banda de 2.4 GHz está prácticamente saturada, he experimentado el problema en persona y estamos llegando a un punto en que no se trata de elegir el canal libre , hay que optar por el canal con menos interferencia.

Este gráfico no es muy didáctico pero muestra la abundante densidad de redes wi-fi en el barrio donde vivo:



Nótese la presencia de al menos tres redes en cada uno de los canales 1, 6 y 11. El canal 8 se superpone (e interfiere) los canales 6 y 11. En el caso del canal 6 he comprobado que tengo menor rendimiento y alcance si comparto dicho canal con los vecinos, y eso que sus routers no están arriba de postes y con antenas de alta ganancia.

La autoridad como Robin-Hood pero al revés:

Lo más irónico de todo, es que dicho espectro nos pertenece a los ciudadanos. El Estado es el encargado de regular su uso para que se pueda aprovechar en aplicaciones que requieren equipamiento e inversiones que no están al alcance del usuario.

Por eso es perfectamente razonable que se asignen bandas y otorguen concesiones para servicios como radiofonía, televisión pública, telefonía e Internet móvil, pues su existencia representa claramente un valor para la ciudadanía, y dichas concesiones se deben otorgan en exclusividad territorial y de frecuencias para evitar interferencias.

Territorio electromagnético: clave para disminución de brecha digital

Pero el caso del wi-fi es totalmente distinto. Se ha demostrado que una persona, familia, empresa, entidad educativa e incluso un municipio son perfectamente capaces de operar exitosamente sus propias redes.

Wi-fi facilita y baja los costos de implementación de acceso masivo a Internet en colegios, universidades, bibliotecas y hogares, siendo elemento clave en la reducción de la brecha, especialmente en comunidades donde permite conexión en espacios públicos.

Hoy se estima que entre un 33 y 36% de los hogares cuentan con acceso a Internet de banda ancha. El gobierno ha manifestado el propósito de llevar ese número a un 50%. Es entonces esencial que bandas donde opera dicha tecnología se mantengan despejadas, disponibles para uso ciudadano, municipal, etc.

Un error evidente, pero corregible:

La concesión por parte del gobierno de espectro en 2.4 y 5.8 GHz a privados es una transgresión para los usuarios y un error técnico. Habrán conflictos por interferencia que usuarios no podrán detectar o solucionar fácilmente, por no tener la experticia técnica y también porque la ley favorece al privado autorizado, y dicha interferencia será perjudicial tanto para usuarios como para la empresa autorizada.

El error es particularmente obvio considerando que existe espectro, tecnología y mecanismos de concesión para usar espectro sin necesidad de interferir con wi-fi. En el caso específico de Stel, se podría haber asignado espectro en 2.5 a 2.6 o 3.6 a 3.8 GHz.

Luego de un aumento de capital $1.200 millones en enero del 2010 (DF), Stel ha solicitado autorización para instalar más de 700 postes con wi-fi en la Región Metropolitana. Por lo tanto es urgente una reforma legal, que deje totalmente despejadas las siguientes bandas, reservadas exclusivamente para uso no-comercial y evitar así un desastre tecnológico:
868 a 870 MHz
902 a 960 MHz
2400 a 2490 MHz
4910 a 5875 MHz
Ahora bien, tampoco se trata de matar un interesante emprendimiento chileno, y hay alternativas:

Ya que se la ha otorgado permiso a Stel para operar en Maipú y la empresa ha hecho inversiones, propongo que autoridad instruya a Stel operar su infraestructura existente de acceso a clientes sólo en canal 14 de 2.4 GHz, dicho canal no interfiere con los que habitualmente se usan en Chile para wi-fi (1 al 11). Los canales 12 y 13 se suelen utilizar en Europa y el canal 14 en Japón. En Chile dichas frecuencias están disponibles. Ver gráfico (fuente):
Asimimso, propongo a Subtel que autorice a Stel ofrecer servicios en 3.6 GHz (802.11y), como alternativa al canal 14 de 2.4 GHz y también para su comunicación internodos, puesto que con la congestión de wi-fi en 2.4 GHz los usuarios iremos migrando inevitablemente a la versión más robusta (pero de menor alcance) de wi-fi 802.11a en 5.8 GHz, donde eventualmente también podría haber interferencia.

Lo que realmente significa Google+Metaweb: Gridworks is the new Yahoo Pipes

Un anuncio de bajo perfil en el blog de Google ha causado las más diversas reacciones en la web. Todo el mundo concuerda en que es importante y se apresura a decirlo, pero pocos se aventuran a explicar por qué.

En mi opinión, las razones de por qué la adquisición de Metaweb por parte de Google es importante son tres:
  • Es el primer reconocimiento público contundente de que Google se reconoce parte de la web 3.0 (nada que ver con la "web 2.0", que no existe).

  • Le da acceso a una de las mayores bases de datos de relaciones semánticas de la web: Freebase. Y sí, esto es importante, pero no lo más importante, pues la Freebase estaba disponible para ser utilizada vía API para cualquier persona u organización (aunque gratis hasta un cierto número de consultas).

  • Lo que me parece más importante -lo que sospecho que vale más dinero en Metaweb- es Gridworks, su aplicación de procesamiento de información semántica.
La combinación de Freebase+Grisworks podría transformarse en una herramienta tan importante para la web 3.0 como ha sido hasta ahora Yahoo Pipes para la web informativa, y gracias a Google dicha herramienta podrá implementarse en una aplicación disponible vía web, en la "nube" como Yahoo Pipes hoy.

Presumiblemente Metaweb no tenía los recursos como para escalar Freebase como una webapp de uso público, por lo cual hasta ahora sólo está disponible para que uno lo corra en su propio computador.

De manera similar a cómo el análisis de contenido de búsquedas en Google y los mensajes en Gmail han dado a la "gran G" una irrebatible ventaja en la perfilación de usuarios, Gridworks puede dar a Google las bases (de datos) que permitan dar aceleradamente sentido a los contenidos de la web abierta, incrementando aún más su capacidad de hacer perfilación de usuarios y personalización de servicios.

Naturalmente, que exista el potencial no asegura su realización, como ha demostrado Google recientemente con flops como Wave, Knoll y Buzz. Típicamente cuando Google intenta un servicio web similar a algo que ya existía el resultado no es de gran impacto, además Yahoo Pipes tiene algunas mejores a la vuelta de la esquina.

Aquí un video con una presentación de Gridworks:


Freebase Gridworks 1.0 Overview from David Huynh on Vimeo.

"Social Media Manager" ¿o rol de la gerencia de marketing?

Lo primero que pensé cuando vi esta entrada de @gabycastellanos fue que todo Social Media Community Manager 2.0 Expert y tal tiene que leerla. Lo iba a decir tal cual en Twitter, pero después me di cuenta que prefería complementar con algunas ideas:

La humanidad está pasando una etapa revolucionaria en lo medial. La información, el periodismo, la publicidad, la educación, el mercadeo, las relaciones interpersonales, la política, todo está siendo afectado por la tecnología más disruptivas que el hombre ha conocido: Internet.

Podemos hablar de lo "2.0", inteligencia social, web semántica y otras facetas, pero todas son parte de un cambio fundamental en la sociedad, cuyos alcances estamos recién dimensionando.

Consecuentemente, no hay oficio alguno –especialmente tratándose de ámbitos comunicacionales– que no requiera adaptarse.

Es cierto que por fenómenos de des-tercerización, des-intermediación y por la línea directa que ahora se tiene con usuarios, el gerente de medios participativos puede ser un puesto nuevo en algunas organizaciones, especialmente las más pequeñas. Pero propongo que se trata de la evolución natural del gerente de marcadeo o marketing.

¿Por qué? Porque gracias a los medios participativos, las redes sociales son crecientemente la manera más efectiva de comunicar con los usuarios, tanto para propagar oferta de un producto como para configurar ofrecimientos futuros.

El mismo concepto es aplicable en caso de agencias de publicidad o departamentos de mercadeo, se podría argüir que el "social media analyst" debe ser la persona que ya se encarga de estudios, el "social media planner" el planificador de medios existente, y así.

Gaby plantea –muy acertadamente– que falta claridad respecto de este tema, y hace una larga enumeración de lo que los llamados a empleos esperan y lo que deberían saber hacer quienes ejerzan los puestos:

Entre ellas resumo y destaco:
  • Facilitar conversación en espacios donde la marca está presente, gatillar e intervenir dicha conversación por parte de la organización.
  • Evaluar e interpretar tendencias, ánimos y opiniones para crear informar internamente y crear sinergia con áreas de la organización.
  • Educar y evangelizar al interior de la institución sobre la participación en dichos espacios y su inclusión en el quehacer de la organización.
Mi humilde crítica o aporte a lo que muestra Gaby es que no usemos un término en otro idioma para algo que se puede decir perfectamente en el nuestro, y si bien podríamos hablar de un analista, estratega, planificador o gerente de medios sociales o participativos, crear puestos y nombres nuevos puede ser una excusa para perpetuar que esos roles no sean asumidos como algo central de una organization.

Dicho todo eso, recomiendo la entrada de Gaby, sin duda una interesante lectura, y es sólo la primera parte.

BGAN: video streaming desde cualquier parte

Desde que el mundo era joven y la Internet un experimento, vía satélite ha sido sinónimo de grandes eventos y presupuestos. Típicamente, solo empresas periodísticas grandes podían darse el lujo de transmitir en vivo a cualquier hora y desde cualquier lugar. Ahora, todos podemos.

Con la presencia creciente de redes de micro-ondas, fibra terreste y móviles de voz y datos, la exclusividad fue disminuyendo, pero si hace pocos años me hubieran dicho que podría transmitir video desde cualquier parte usando un dispositivo del tamaño de un laptop y de precio accesible no lo habría creído fácilmente.

Cabe recalcar que desde cualquier parte en este caso no es una exageración. No es el "desde cualquier parte" al que estamos acostumbrados con teléfonos móviles, aquí me refiero a un valle desértico o la cima de una montaña cordillerana, a cientos de kilómetros mar adentro o incluso desde un avión en vuelo.

Así que cuando Globalsat Latam me ofreció probar su servicio no me pude resistir.

La ley de Moore llega al cinturón de Clarke*

Gracias a innovaciones en hardware y software de telecomunicaciones, podemos usar una repetidora a más de 35 mil kilómetros de altura para llevar nuestro stream al mundo, y como se trata de tecnología Internet no tenemos que preocuparnos de bajar, alimentar y recodificar la señal.

El procedimiento fue relativamente sencillo y similar al streaming que hoy cualquiera puede hacer usando la 'net y tecnología personal: una cámara, un computador portátil y servicios en la nube como UStream lo hacen posible. El enlace satelital lo hace posible desde cualquier parte.

Probé con una cámara Sony PDX10 en modo 16:9, conectada mediante Firewire a un Apple MacBook Pro con OS X 10.5 y el UStream Producer gratuito. Dicho programa habla directamente con una cuenta de usuario en Ustream.tv, haciendo posible la visualización en tiempo real por parte de una audiencia prácticamente ilimitada. La cámara es multi-sensor y genera imágenes con poco ruido, ideal para streaming con ancho de banda limitado.

Ancho de banda compartido

Para la preconfiguración de calidad mínima usando UStream, se necesita un upstream (subida) de 200 Kbps. El terminal facilitado por Globalsat, un Hughes 9201, soporta hasta 492 Kbps en modo compartido (mis mediciones usando el GIST de Cisco mostraron aprox. 400 Kbps disponibles). Este modo llevó sin problemas el video hacia UStream.

Pude observar el resultado sin cortes desde otro computador conectado a un ADSL con 4 Mbps de bajada (downstream).

Durante la prueba BGAN se comportó mejor que una típica conexión 3G, que si bien tendría mayor ancho de banda potencial y menos latencia, suele tener peor upstream y mayor sobreventa. La red BGAN de Inmarsat incluso en modo compartido parece estar mejor administrada que las redes 3G de uso masivo.

Con el fin de no saturar el enlace satelital me conecté desde otro Mac con ADSL local, donde pude ver la transmisión con un retraso de aproximadamente 90 segundos, normal dado todo el buffering (memoria intermedia) que el streaming utiliza para prevenir cortes.

Ancho de banda asegurado

Inmarstat BGAN también tiene una modalidad asegurada. Sólo probé el servicio de 176 Kbps, que resultó ser insuficiente para UStream pero óptimo para Qik y twitcasting.tv, ambos servicios son de calidad inferior a UStream pero están optimizados para las redes móviles, que presentan latencias y restricciones de ancho de banda similares a los enlaces satelitales.

Si tuviera que contratar para una aplicación de misión crítica con UStream probablemente necesitaría ancho de banda asegurado de 256 Kbps o más.

Lamentablemente el ancho de banda requerido por la versión actual del codificicador de UStream es fijo y no VBR, de manera que bajar la cantidad de cuadros por segundo en la cámara a 8 u 4 no hizo posible bajar de los 200 Kbps.

La interfaz de administración del terminal BGAN, escrita en Java y disponible para Mac y Windows, permite configurar con facilidad el tipo servicio que se quiere utilizar, además provee cierta ayuda para orientar la antena y configurar parámetros del terminal.

Quizás lo más distinto a hacer streaming usando otro tipo de conexión es el proceso de apuntar la antena, relativamente fácil en este caso sabiendo que el satélite a utilizar está hacia el noroeste. Con ayuda de los indicadores visuales de señal que el terminal provee es sencillo ir moviendo la antena hasta que la señal es máxima.

Mi conclusión: el uso de esta tecnología está al alcance de un usuario con algo de conocimiento técnico, pero no hace falta ser ingeniero de la NASA.

Todos podemos, pero...

Si bien para cualquier persona que se puede comprar una cámara semi-pro y un MacBook el terminal BGAN es algo alcanzable (típicamente entre US$ 2k y 3k), tiene que haber un modelo de negocios detrás para poder sustentar el servicio, actualmente unos US$500 para dos horas de transmisión. Para un bloguero, periodista ciudadano, etc., eso no es poco, para un diario migrando a plataformas digitales representa una manera accesible de competir en cobertura con la TV y entregar cobertura instantánea desde lugares donde las redes móviles no tienen alcance, especialmente en casos donde la calidad del video no es prioridad.

Disponibilidad

Hoy el servicio BGAN y varios terminales compatibles con él son comercializados en América Latina por Globalsat Latam, puedes leer más sobre la tecnología en esta entrada sobre BGAN en Wikipedia.

* El "cinturón de Clarke" es el anillo alrededor de la Tierra que corresponde al lugar donde se sitúan satélites para órbitas geoestacioanarias, más info en Wikipedia.

Globalsat me facilitó el equipo y el servicio para hacer esta prueba, soy consultor asociado para la venta de equipos y servicios para el sector de medios de comunicación y escribo en un blog sobre tecnología satelital patrocinado por la compañía.