Cortito: de muestra un botón. Varios diputados de la República de Chile se dieron vuelta inexplicablemente la chaqueta, cuando pudimos haber tenido legislación que incentiva el uso de software no-propietario como opción, con los consiguientes ahorros de costos, incremento de seguridad y desarrollo local.
Todo al respecto en El Francotirador.
En todo caso y contrariamente a mi habitual costumbre de ver el vaso medio vacío, pienso que al menos la discusión ha permitido crear consciencia, y si bien los honorables han decidido no fomentar ni obligar el uso de software libre, tampoco la ley parece fomentar u obligar el uso de software propietario.
Ya que se haya puesto en la conversación nacional la diferencia en costo y otros factores relevantes de uno u otro modelo, puede haber un beneficio para el país. Si bien los informáticos de las reparticiones estatales no estarán obligados ¿cómo no van a tener al menos la curiosidad? y sus jefes -espero que con alguna otra idea acerca de gestión y costos- sabrán hoy un poco más que ayer acerca de un mundo allá afuera que no orbita alrededor de Microsoft.
Además, parece que están saliendo de las universidad generaciones de excelentes informáticos, que comprenden las ventajas de software de código abierto, y por suerte son los expertos en tecnología y no los honorables los llamados caso a caso a decidir qué tipo de solución implementar.
Mientras, rezo a Sor Teresa que en el caso de la Internet vs. la propiedad intelectual, haya más de profundidad e inteligencia en la legislatura.