Durante la historia de mi vida, hay varias personas que me han influenciado enormemente en lo profesional. Hoy es el cumpleaños de Carlos Fernández, maestro y amigo, responsable de gran parte de mis conocimientos prácticos de audio profesional y producción musical.
Hoy, que es momento de saludar especialmente a Carlos, quiero aprovechar también de saludar a todos quienes me han acompañado en el camino profesional.
Carlos me ha confiado trabajos de gran responsabilidad, que me han permitido aprender que no se trata sólo de perillas y especificaciones, si no de personas. Esto se lo agradezco enormemente. Gracias a sus conocimientos y onda, me convertí en parte del equipo de trabajo de uno de los estudios de grabación más grandes del país, hoy llamado Plan B. Por supuesto conocer a Carlos y a su socio Domingo Vial es algo que le debo a Jorge Sacaan, talentosísimo músico y amigo del alma. Domingo también tuvo confianza ciega en mí y hoy nos tenemos sin duda gran cariño. Gracias a Carlos trabajé en la pre-producción de Martina Valenzuela Lecaros, gran promesa jóven que está terminando su disco debut.
Anoche en el concierto de Los Tres me encontré con Jaime Valbuena, uno de los sonidistas con mayor experticia en sonido en vivo en Chile, y que es también uno de mis maestros y a quién admiro. Jaime fue super importante para mí en mis años de formación, también me enseñó que la buena onda y transparencia eran tan importantes como la experticia técnica. El show sonó impecable --considerando un espacio cerrado donde caben 9 mil personas-- aunque los decibeles eran un poco muchos para mi gusto.
Nótese los tapones colgando de mi cuello en la foto, para cuando me tocaba pasar caminando frente a los line-arrays MeyerSound.
Trabajar con Francesca Ancarola, lo que me permite disfrutar y ser parte de shows de menos decibeles, ha sido también fundamental. Con ella hemos compartido grandes momentos musicales y estoy especialmente feliz del rol que me invitó a tener en su último disco: Lonquén, un tributo a Victor Jara. Ahí trabajamos con Federico Dannemann, Rodrigo Galarce, Daniel Rodríguez, Carlos Aguirre y especialmente Juan Pablo Quezada (Prabha), en el que creo es uno de los mejores álbumes producidos en Chile en los últimos años.
Fran me presentó a Kelly Rudy (Petroglyph Records), a través de quién he entrado en contacto y trabajado con Emilio Gracía, Antonio Restucci, Marcelo Aedo y Bombyx Mori, grupo poco conocido aún en Chile pero que hace música de gran potencial internacional. Curiosamente, en el sello conocimos al grupo también gracias a Carlos Fernández. La manager del grupo, Marcela Quezada, es prima de Prabha y posiblemente estará trabajando con Petroglyph desde España en los próximos meses.
Por estos días también he tenido el privilegio de trabajar con Javier Barría y los músicos de su banda, de lo cual ya hablé un poco en este otro artículo. A propósito: tenemos tocata con Javier el miércoles 12 de julio en la SCD de Santa Filomena.
Otro compañero de aventuras musicales es Jano Kemp, el artista antes conocido como Soto y para mi conocido como Jano. Tuve el gusto de participar de sus conciertos un tiempo y también de ayudar en el sonido de su último disco último álbum que aún no ha visto la luz del día, junto a Alexandra Hamilton en el estudio de Joe Vasconcellos. Con Jano tuve la suerte de trabajar con Ernesto Duboi, Claudio Nervi, Andy Baeza y un admirado colega: Gonzalo González (Chalo).
Yendo hacia atrás en el tiempo y volviendo a Los Tres, no puedo dejar de mencionar a Ángel Parra, uno de nuestros mejores guitarristas, en los inicios del tiempo, él tocaba y yo programa su "mole" que tenía MIDI, preamps y multiefectos que había que hacer hablar entre sí con cierto orden. De ese tiempo también quisiera mencionar a Francisco León, de la quinta región, con quién compartimos algunos momentos hace miles de años en Filmocentro y que hoy tiene su propio estudio en Viña del Mar, Pancho es una fuente de energía portátil!
Aún más lejos en el tiempo, tengo que agradecer a Claudio Millán, músico y productor musical, líder y vocalista del grupo Viena. A Claudio le debo el haberme invitado a cantar en el segundo disco de su grupo y a hacerles sonido en vivo cuando yo aún no había ni salido del colegio! Y todo porque éramos vecinos y me oyó cantar por el muro que separaba nuestras casas.
Bueno, seguro que se me olvida más de alguno. Pero a todos, un abrazo por ayudarme a ser quién soy y enseñarme a amar la música.