En muchos sentidos, el mundo es un lugar bastante enfermo, hay problemas por doquier, pero la Web –particularmente en su forma social y de tiempo real que estamos viendo crecer más hoy– nos permite tomar consciencia de los problemas y las soluciones.
Si la humanidad fuera como el cuerpo humano, podríamos decir que ha estado bastante tiempo enfermo, con síntomas similares a la lepra, donde la ausencia de sensibilidad y dolor son causa principal de que el cuerpo se vaya dañando de manera irrecuperable, porque se descuida.
Twitter y otras plataformas de interacción social se comportan como una red nerviosa mundial, que permite disminuir la insensibilidad. Gracias a la Internet, al invento de Tim Berners-Lee y a la comunicación creciente que tiene lugar, partes de este cuerpo vivo llamado humanidad están cobrando consciencia de lo que sucede en otras partes, con el potencial de cuidar y sanar.
Sobre esto se podría decir mucho, y sin duda por gente mucho más experta, pero no me quise quedar sin decir algo en este aniversario, sin agradecerle a uno de los más grandes inventores que la humanidad ha tenido, que aún está vivo y trabajando, y que en una de esas puede –gracias a su mismo invento– leer estas agradecidas palabras. Les invito a seguir a Tim en Twitter y darle las gracias personalmente.