Para hacernos una idea de cómo la Internet y la Ley de Moore han cambiado la producción, podemos imaginarnos cómo se habría hecho hace 15 años:
En la prehistoria, todo habría partido como demo en una grabadora de 4 pistas, una Tascam Portastudio como la que muestra la foto de Wikipedia (tuve una similar, pero no tengo fotos) habría permitido bocetear voz, guitarra y –mediante un proceso de mezcla y regrabación conocido como bounce o empaquetamiento– algunos coros y accesorios.
Si se contaba en ese entonces con un quemador, el resultado se podría haber enviado en CD, pero más probable es que se habría hecho copia en cassette, con su correspondiente ruido adicional, para que un arreglador conciba y escriba los arreglos. Las partituras resultantes –y más copias en cassette– se habrían hecho llegar a los músicos, para luego juntarlos a ensayar y grabar en un estudio de grabación, donde el proceso habría tardado un par de días, y con muy pocas posibilidades de corrección.
El estado del arte
Hoy el proceso es más versátil y granular, con la ventaja de generar desde el inicio audio de mayor calidad y que –si uno desea– se puede llevar hasta las etapas finales de la producción para ser aprovechado.
Pre-producción
Comenzamos grabando voz y guitarra simultáneamente, usando MOTU Digital Performer, programa especializado para trabajar sobre una grilla de tempo variable, transponer (cambiar de tono) y otras gracias. De esta manera, pudimos probar distintos tempos e incluso generar un bajo artificial usando la guitarra, para ir avanzando en la definición del producto desde el boceto.
El audio lo capturamos desde el principio en alta calidad con micrófonos Earthworks usando como interfaz y preamp la Mackie Onyx.
A partir de esa base, fuimos pinchando regiones, re-ordenando la estructura del tema y agregando coros que cantamos Jano y yo como referencia.
Arreglo online
Todo esto lo fuimos mostrando a los músicos sin necesidad de vermos presencialmente o enviarnos objetos físicos. Usando la "nube" de Movistar Chile fue posible subir los archivos a una carpeta compartida. Con la dirección de los archivos en un e-mail es fácil para el destinatario escuchar la última versión del demo sin necesidad de descarga.
Llevamos el boceto a Marcelo Vergara, quien tomó la misión de los arreglos. Usamos un formato llamado OMFI para llevar el proyecto a Apple Logic, plataforma sobre la cual Marcelo produjo cuerdas y reemplazó totalmente nuestros coros, ya que naturalmente él los podía hacer mucho mejor, incluso –y para nuestra total sorpresa– estando resfriado.
Los coros quedaron tan lindos que tomaron un rol importante en el arreglo, que habría sido muy difícil concebir antes de llegar al estudio si no fuera porque contábamos con la posibilidad de experiementar con tiempo.
Tanto mejor, que una vez Marcelo generó el sonido del piano y algunos accesorios, trasladamos nuevamente el proyecto de vuelta a mi ambiente para grabar los coros con él pero con la combinación Earthworks+Mackie, y sin resfrío.
De pre-a-pro
Paralelamente, Gonzalo "Chalo" González en Triana se hizo cargo de grabar batería, bajo, guitarras y percusiones (con Cristóbal Tobar, Rodrigo Galarce, Jano y Joe Vasconcellos, respectivamente).
Mientras, seguíamos mejorando los coros en Digital Performer. A pesar de que en Triana usan Pro-Tools, pudimos con bastante facilidad pasarnos los audios de las pistas entre los tres ambientes para ir avanzando. Gracias a eso, muchos elementos de la etapa de pre-producción se terminaron usando en el producto final, ahorrando tiempo en la etapa más costosa del proceso que podría haber sido Triana y facilitando el control estético.
Finalmente, Chalo grabó las voces definitivas y luego trabajó mezcla y masterización para generar el producto final de excelencia, adecuado al formato radial.
El single en su forma terminada ya está disponible en http://www.janomusic.info, se puede descargar en forma gratuita y ver el video.
Tanto mejor, que una vez Marcelo generó el sonido del piano y algunos accesorios, trasladamos nuevamente el proyecto de vuelta a mi ambiente para grabar los coros con él pero con la combinación Earthworks+Mackie, y sin resfrío.
De pre-a-pro
Paralelamente, Gonzalo "Chalo" González en Triana se hizo cargo de grabar batería, bajo, guitarras y percusiones (con Cristóbal Tobar, Rodrigo Galarce, Jano y Joe Vasconcellos, respectivamente).
Mientras, seguíamos mejorando los coros en Digital Performer. A pesar de que en Triana usan Pro-Tools, pudimos con bastante facilidad pasarnos los audios de las pistas entre los tres ambientes para ir avanzando. Gracias a eso, muchos elementos de la etapa de pre-producción se terminaron usando en el producto final, ahorrando tiempo en la etapa más costosa del proceso que podría haber sido Triana y facilitando el control estético.
Finalmente, Chalo grabó las voces definitivas y luego trabajó mezcla y masterización para generar el producto final de excelencia, adecuado al formato radial.
El single en su forma terminada ya está disponible en http://www.janomusic.info, se puede descargar en forma gratuita y ver el video.
Es cierto que hace 15 años también era posible trabajar así, pero inaccesiblemente caro; así trabajaban Pat Metheny y Peter Gabriel, pero hoy los estudios de grabación en casa –en combinación con los contextos más profesionales donde contamos con equipamiento y experticia que el músico no tiene en casa– es posible producir material de clase mundial sin tener que hipotecar la casa y un ojo.