El verano ya no es lo que era antes!

Una tormenta -totalmente inesperada a la mitad del verano- se tomó a la ciudad de Santiago y a sus habitantes. Hubo truenos, relámpagos, granizo, y la notable temperatura de siete grados!

(Nótese mi tenida de invierno, la misma que usé hace poco en el hemisferio norte, donde realmente es invierno.)


Algunas horas después cayendo la tarde, se despejó la tormena para revelar una ciudad limpia y maravillosa. Estas imágenes las registré con mi teléfono en la azotea de un edificio:

Ignacio Rodríguez de Rementería