Algo de risa me dio hoy al observar cómo Sebastían Piñera, un empresario que quiere ser gerente de Chile, usó Twitter para conversar con algunos usuarios de dicha plataforma.
Si bien el esfuerzo es un ejercicio interesante -detrás está la excelente mano de @pablomatamoros-, a varios nos pareció que sus respuestas parecían copy & paste de un discurso bien escrito. Específicamente, me llamó la atención que cuando Paulo Saavedra preguntó por su programa en salud, el candidato respondiera con slogans.
Eso no me dio risa. La salud pública no depende de slogans, depende de inversión pública. Hablar de incentivos para los funcionarios y de la salud como un servicio, eso lo podría haber dicho cualquiera y hace 20 años, no veo la innovación, no veo la política y sobre todo no veo la promesa concreta.
La salud es un excelente ejemplo, y Piñera perdió la oportunidad de informarse acerca de un caso interesante, donde de paso podría haber criticado a la Concertación porque no se cumplió la promesa del PRAIS, un proyecto de Ricardo Lagos. Incluso Paulo ya había dado antes a Piñera la posibilidad de conocer el caso.
El llamado es a la profundidad, a la solidaridad, a pensar en lo nuestro y no en el lucro de cada uno, los valores que se necesitan para mejorar la salud pública en Chile y la gestión pública en general van en la dirección contraria a los valores del empresariado, especialmente el empresariado chileno.
No olvidemos que una de las causas de la crisis mundial que estamos comenzando a vivir por estos días es la desregulación en EEUU y la irresponsabilidad del empresariado.
Si el resultado concreto de la conversación del candidato es una pichanga y fotos con él, eso me puede parecer lindo porque valoro la amistad y el esparcimiento, pero eso no es un hito en el uso de las herramientas Internet para la democracia.
Piñera es bienvenido a usar este medio, cuando le vea participar y hacer política real en la 'net -y no sólo publicidad- seré el primero en celebrárselo. Pero no jugaré una pichanga ni almorzaré con él.
Roberto Arancibia también ha blogeado sobre el particular.