A propósito del día de la madre, recordé que en algún momento he sentido ganas de tener hijos. Si los tuviera, quiero que gocen de buenas oportunidades para desarrollarse y ser personas maravillosas. Pero, cómo hacerlo?
¿Cómo siquiera pensarlo en un país donde la educación y la salud son un lujo y no un derecho? Quizás Chile no es el mejor lugar, si tenemos la opción.
Me ha dado vueltas el recuerdo de un libro que me marcó: Los Primeros Hombres, de Howard Fast, describe un experimento donde un grupo de personas crea un ambiente especial para criar niños, de una manera que nunca se ha intentado antes.
Dice el libro: "El hombre criado por los lobos es un lobo y el criado por los mandriles un mandril, o sea que el hombre no puede hacerse hombre por sí solo, es el resultado de otros hombres y de la totalidad de la sociedad y la experiencia humana. Pero... también es cierto que así como el niño criado por el hombre es un hombre. Si el más-que-hombre existe, está atrapado, tan enjaulado como cualquier niño humano criado por animales."
En la utopía del socialismo científico de Marx también nos encontramos con el componente del "nuevo hombre". Visitando Cuba uno puede darse cuenta que algo de eso hay, pero el experimento socialista del siglo 20 de Europa demostró que la cosa no está fácil, todavía no hemos generado como sociedad un ser cualitativamente muy diferente al homo sapiens a lo largo de la historia conocida; un individuo de la misma raza capaz de tanta belleza como Da Vinci y de horrores como el de Oppenheimer y su máquina de la muerte, que permitió el mayor ataque terrorista en historia conocida de la humanidad.
Victoria escribió sobre este libro también.
Mientras, dejo la pregunta. ¿Cómo hacemos? No quiero tener que irme a vivir a Islandia o hipotecar mi casa para que mis hijos tengan una educación de calidad, a la cual deberían tener derecho. Acepto sugerencias.
Aprovecho de saludar en el día de las madres no sólo a la mía, si no a todas las que conozco y veo que han hecho lo mejor posible para criar. Especialmente a Tarissa y a Marcia que acaban de ser mamás, a Marcela (mamá de Emilio), Carolina (mamá de Cata) y Liza (mamá de Mateo).