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Ignacio Rodríguez de Rementería

Periodismo, freemium, el iPad de Apple y el viejo pascuero


El domingo el bueno de Eduardo Arriagada publicó en su columna uno de sus ya habituales homenajes al modelo freemium. Entre las cosas que dijo Eduardo, hay varios párrafos que me parecen particularmente interesantes de comentar:
"El problema de los diarios es que más del 70% de sus costos tienen que ver con la parte industrial del proceso de reproducción de sus contenidos: la impresión y distribución de sus copias en papel, algo que las empresas no han podido mejorar."
Según Hal Varian de Google es menos, pero el argumento es válido de todas maneras.

Más adelante Eduardo explica que
"De hecho las personas actualmente están recibiendo en los sitios de internet de esos diarios la misma información con la que se edita una edición de un diario. El problema es que los lectores están acostumbrados a recibir esa información en forma gratuita" (...)
Inmediatamente me surgió la pregunta: ¿realmente "los lectores están acostumbrados a recibir esa información en forma gratuita"? El acceso a Internet no es gratuito, Eduardo, yo y la mayor parte de quienes leen esto pagamos.

¿Estaría el usuario dispuesto a pagar más, por ejemplo un 10%? Yo pienso que sí, pero la industria no ha logrado generar esa posibilidad como un "feels like free", incorporado en la cuenta de Internet, y dudo que los usuarios estemos dispuestos a pagar un 30% más. En cualquier caso esa es otra historia, volvamos al tema:

Eduardo también plantea que,
"Actualmente en internet uno puede ver televisión y oír radio, se trata de experiencias completamente idénticas a la que se vive al exponerse a esos medios en sus versiones por los televisores y radios tradicionales. La diferencia es que eso todavía no ocurre con los diarios. Actualmente leer un diario de papel tiene poco que ver con revisar esos con tenidos a través de una página web construida en un sistema de HTML."
Al parecer Eduardo intenta analizar la situación desde el punto de vista de la experiencia de usuario, pero omite una parte importante de la experiencia, el pago.

La hipótesis de que la experiencia al oír radio o ver TV por Internet es igual a la forma más tradicional tiene una notable falla de orígen: el acceso a la TV y la radio tradicionalmente se caracteriza por ser totalmente gratuito y requerir un terminal de muy bajo costo, mientras que por la Internet se paga bastante y los terminales de Internet aún son más caros por varias órdenes de magnitud. Es miles de veces más barato leer papel que leer una pantalla, para el usuario.

¿Apple al rescate?

Mucho se teoriza, hasta dos días antes de su lanzamiento, sobre que el tablet de Apple sería una panacea para los medios tradicionales. Si bien reconozco alguna posibilidad allí, hay que aterrizar un poco las expectativas, Apple crea productos centrados en una inmejorable experiencia de usuario , no en salvar negocios en extinción, y hasta ahora la evidencia apunta a un dispositivo orientado a la entretención.

Otra cosa es sin guitarra

El éxito de Apple con iTunes ha sido posible porque oír música bajada de allí es una experiencia exactamente igual a la de consumir música de manera tradicional, no inferior. La calidad, facilidad de uso y el costo de los terminales son similares. Eso aún no ha sucedido con la TV y está muy lejos de suceder con el papel, no por lo que dice Eduardo, ya que HTML con CSS y JavaScript puede llevar contenidos tanto o más ricos que el papel, sino por el precio.

El precio que los usuarios pagamos por la versión digital de la música es menos que lo que pagábamos por comprar discos, o en el peor de los casos similar, y sin tener que comprar un aparato nuevo y caro para hacerlo, el programa iTunes es gratis y funciona en cualquier PC con Windows o Mac, y los archivos resultantes se pueden copiar a cualquier reproductor de mp3 o compartir.

Apple podría proveer su plataforma de venta para contenidos periodísticos, sí. Pero el acceso a dichos contenidos tendría que ser más barato que vía papel para garantizar su éxito, lo que no es posible por lo que ya expliqué: la relación precio/experiencia no es favorable para el tipo de contenido que genera el periodismo escrito, el tablet será sin duda más caro que el Kindle y difícilmente vendrá con red inalámbrica gratuita.

Incluso sin cambios de interfaz o plataforma, los muros de pago no están mostrando evidencia de ser exitosos en medios que no sean de nicho. De muestra un botón: según The New York Observer el Newsday lleva tres meses con acceso restringido, solicitando suscripciones de US $5 o US $260 por año. El resultado: 35 suscriptores, y el tráfico ha bajado -según Nielsen Online, desde 2.2M de usuarios únicos a 1.5M.

Para el tercer mundo, donde los mercados son menores, la desiguldad cultural es grande, la lectoría es baja, el costo de acceso es objetivamente más alto y los ingresos per capita son menores, será todavía más difícil.

El viejo pascuero no existe

En vez de estar esperando al viejo pascuero (esto no es una metáfora mía sino algo que usan algunos psicólogos para referirse a la recurrente fantasía del rescate), propongo desarrolar proyectos menos universalistas y más orientados a nichos, ya sea hiperlocales o temáticos, quizás incluso las dos cosas, aprovechando los ahorros de costos en medios digitales, usando tecnología barata y estándar (HTML y no Flash), para publicar de manera más accesible, usable y granular

Insisto, sospecho que hoy es difícil que un megaproyecto periodístico lo abarcaque todo y sea buen negocio, puede ser mejor idea fomentar pequeños proyectos, quizás subvencionados, algo como una PYME periodística, donde trabajen periodistas que sepan de lo que escriben.

Para que la respuesta, cuando Eduardo pregunta "¿Podremos los medios periodísticos cobrar por algo más que por papel?" tenga valor positivo, tendría que existir un contenido que valga más que el papel. Si hoy los medios tradicionales no están logrando cobrar es porque no están poniendo énfasis en generar ese valor.

Al menos dos medios periodísticos chilenos online que conozco de cerca se financian combinando banners con otras formas publicitarias online y tienen números azules en web. Uno de ellos sale pa' tras solamente porque arrastra un diario de papel. El otro es totalmente sustentable. Esos dos medios no necesitan que Apple intermedie una plataforma de pago y se quede con parte de lo que los usuarios pagan, y los usuarios del tablet podrán ver su contenido sin pagar más que la conexión.

Concuerdo con lo que propone Hal Varian: tanto medios tradicionales como nuevos tendrán en el iPad la puerta abierta para una mayor lectoría, ya que esa plataforma favorece una lectura más detenida, una visualización de interfaces web más completa donde -quizás al estar más relajado y con tiempo- el usuario no ignore tanto los avisos publicitarios. Pero será más exigente que aquel que lee en un contexto de más apuro (móvil) o de menos tiempo (desktop, notebook), y por lo tanto si la calidad del contenido no está a la altura se irá a otra parte, de manera que el iPad no es la salvación milagrosa que algunas empresas periodísticas esperaban.

Con o sin iPad, quien está a cargo de un medio periodístico tiene que entender que -a diferencia con los tiempos del papel- ahora compite con cientos de otros medios que están a la mano de los usuarios.