La autorevelación o AR. Ese concepto, traído al primer plano de la escena Web en Chile hace unos días gracias a la presentación de Javier Velasco en #AIChile2010, me dejó pensando.
Y es que en la vida he tenido dos grandes amores profesionales: Por un lado la música, que me llevó a estudiar ingeniería en sonido y trabajar en produccón musical, conciertos y docencia, y por otra parte la Web, que me motivó a trabajar en empresas de Internet y medios de comunicación online.
Hoy conecté con lo expuesto por Javier y me di cuenta de que la Web social y la música tienen en común la AR.
La creciente alienación de la vida urbana creó un vacío de socialización que fue llenado por esta tecnología, donde cada usuario se exprese compartiendo, desde el chat 1-a-1 hasta los blogs, pasando por la fotografía –especialmente los autoretratos– y la posibilidad vía streaming de que cada uno de nosotros sea una radio o un canal de TV.
La música por su parte, siendo históricamente ritual de expresión y socialización, en términos estéticos también nutre la necesidad de autorevelación, especialmente a través de la canción, pero también mediante lo instrumental. Para quién no es músico, la música se presenta como una instancia –algunos dirán la excusa– para meditar y reflejar pensamientos y emociones, de ahí el éxito de la canción capaz de generar identificación con las experiencias cotidianas que nos importan.
Todo esto es quizás bastante obvio, y no se por qué hoy me dio por compartir esta reflexión en voz alta. Quizás para revelar algo más personal: que a pesar de entender y trabajar en estos dos ámbitos, no he logrado mucho aprovechar dicha doble militancia de experiencias y trabajar en muchos proyectos que combinen la música y la Web. Así que ya tengo algo más en que pensar :-)