TV Digital: mitos, realidades, propuestas, opinión y sondeo

Creo que es un buen momento para tocar el tema nuevamente, dada la conversación que tuvo lugar hoy en Twitter a propósito de la carta enviada por Alfredo Barriga.

Lo que escribo hoy es una reflexión técnica con cierto hincapié en lo político. Existe otro aspecto, muy relacionado con el político que tiene que ver con lo legal. Sobre el proyecto de ley en curso no estoy suficientemente informado para opinar, así que eso lo dejaré para que alguien con más experticia lo aborde. Es en la ley -y no en lo técnico- donde se definirá si como país preferimos continuar con un esquema de concentración o facilitamos una mayor diversidad, descentralización y competencia en la televisión.

Déjà-vu

Me enteré por Twitter de que Alfredo (@albacicl) propone -para mi sorpresa- algo muy similar a lo que mencioné en una entrevista hace casi dos años. Las normas para la TV digital terrestre nacieron obsoletas, podríamos saltarnos todo el problema usando una plataforma estándar para la transmisión inalámbrica de datos basada en 4g/LTE, usando la modalidad de multicast sobre una SFBN y IP multicasting. Lo expliqué con más detalle en La solución para la TV digital: la Internet móvil pública (junio 2008).

Algunos argumentan que la autoridad ha demostrado incompetencia al demorar escoger una norma. Eso es discutible, y como vemos en esta posiblidad que Alfredo y yo hemos mencionado, podría terminar siendo una ventaja.

Lo que Alfredo no precisa es que ello pasa por determinar la manera en que se comparte y explota un recurso público, el espectro electromagnético. Creo que ese es el tema político, el tema de fondo, y hay varias maneras de abordar dicha posibilidad.

Confieso que como ciudadano no veo por qué tengo que seguir esperando, quiero TV móvil y gratuita, al menos tan buena como la que ya es posible hoy con NTSC, y la quiero ya. Cualquier intento de alienar la TV abierta en privilegio de servicios de pago (como FLO TV en EEUU) será visto por mi y -sospecho que por gran parte de la ciudadanía- como una traición de parte de las autoridades o candidaturas involucradas.

Red convergente privada

Bajo una orientación predominantemente liberal y gremialista, sería coherente delegar todo el espectro a empresas que lo exploten, para que nos ofrezcan servicio unificado de conectividad que incluya telefonía, televisión e Internet. Se trataría de una especie de ampliación de giro para Telefónica/Movistar, Telmex/Clarochile, Entel y otras empresas, que estarían felices de tener más espectro para revender. El problema es que sería una alienación de la TV pública, cada usuario tendría que pagar por el acceso de una u otra manera, aquellas empresas no tienen obligación de cumplir roles sociales, su norte es el lucro.

Red convergente pública

Si queremos aplicar un esquema que respete al país y no le quite la TV pública como derecho adquirido, necesitaríamos legislación que obligue a transportar determinadas señales (ejemplo: TVN, un canal por cada universidad, un canal de cada capital regional, etc.) y dar acceso gratuito para su libre recepción. Ello no es inconcebible, toda vez que el recurso más importante que utilizan las telco móviles es el espectro electromagnético, que pertenece a todos los chilenos. Pero algo me dice que Alfredo no se refería a eso, y que no veremos algo así en ningún programa presidencial este año.

Los méritos de una infraestructura inalámbrica para telefonía, Internet, televisión y radio son numerosos: podría haber economía de escala nunca antes vista, con la consiguiente disminución en la brecha digital. Si usamos todo el espectro disponible para una red nacional de banda ancha podríamos llegar a tener Internet gratis para cada ciudadano, pero bueno... esa es otra historia; volvamos a la

Realidad:

Hasta yo mismo -con lo idealista que suelo ser- reconozco que la red convergente pública es una idea algo utópica, y que por lo tanto, al menos por el momento, lo más razonable es escoger una norma de TV digital que permita en el corto plazo a la población acceder a más canales de TV pública, ya que montar un canal tendrá un menor costo que hoy.

Las pruebas técnicas que se han realizado en el último par de años demostraron dos cosas, de las cuales el público no parece poder enterarse con facilidad:

Una: la norma técnica da casi lo mismo. Las principales normas en juego presentan un resultado final similar para el usuario, no hay diferencia en calidad, hay un 10% de diferencias en cobertura y diferencias significativas en movilidad, que han ido disminuyendo con el tiempo gracias al desarrollo de tecnologías afines. Sin entrar en detalles, la norma japonesa es la de mejores prestaciones en todos los aspectos importantes.

Dos: la transmisión es más barata. Cualquier norma que se escoja, hará que el costo de emitir una señal pública de TV abierta en una zona geográfica grande sea notablemente más barato. Lo demostró particularmente bien un transmisor de norma japonesa instalado en el Cerro San Cristóbal. Con muy poca potencia y ocupando poco espectro, el transmisor abarcó gran parte de la Región Metropolitana, su señal se podía ver con algunos teléfonos móviles hasta en Puente Alto y Las Condes, desde vehículos en movimiento.

Cualquier que recuerde lo que pasó con Rock & Pop TV a fines de los años '90 sabe lo importante que puede ser bajar un poco la barrera económica para la transmisión.

Mitología

Para mejorar al debate público centrando la conversación en aspectos más importantes, hay algunos ruidos en particular que aclarar:

Mito: la norma europea debe ser implementada por compañías de telefonía móvil y ser de pago. Realidad: Tanto ISDB-T y sus variaciones y DVB tienen modalidades de transmisión abierta y cerrada. En el caso de DVB las emisiones para los tipos de terminales (fijos y móviles) pueden ser diferentes (DVB-T y DVB-H), pero nada condiciona a que la móvil tenga que ser operada por telcos ni vice versa.

Mito: las cajas decodificadoras o televisores para unas normas son mucho más caras que para otras. Realidad: los chips que decodifican todas las normas suelen ser los mismos, lo que más cambia es el software, por tanto no hay diferencia significativa de costo y las que existen son de corto plazo. Eventualmente los televisores y cajas serán multinorma, como lo son hoy muchos aparatos analógicos. Qualcomm por ejemplo ya mostró prototipos compatibles a la vez con MediaFLO y ISDB-T, y la empresa china Shenzhen fabrica cajas decodificadoras para la norma japonesa, que no se usa en China.

Mito: la norma de Estados Unidos es de mayor calidad. Las tres normas principales pueden llevar imágenes y audio con calidad similar, si bien por razones de mercado ATSC partió con mayor resolución espacial, a estas alturas ello es totalmente arbitrario y depende de cada emisor, pudiendo mezclar un mismo canal material en diferentes resoluciones espaciales y temporales a voluntad.

Opinión

Me parece que -mientras se analizan otras posibilidades para más adelante- el país haría bien en escoger la norma japonesa ISDB-T para la TV pública, por su demostrada superioridad técnica, por la economía de escala que surgirá gracias a su implementación en Brasil, país de la región que fabrica televisores, y por otra característica particular: es la norma que más facilita la recepción móvil.

Adicionalmente, ISDB ha sido adoptada por la ITU como estándar recomendado de radio digital, algo que en Chile también está pendiente, por lo tanto con la adopción de la norma japonesa se puede caminar hacia la solución de ese otro problema.

Quiero dejar en claro que una cosa no quita la otra. En Chile no hay particular escasez de espectro, y es posible asignar canales para TV pública digital y al mismo tiempo asignar otros bloques para Internet móvil. Podríamos perfectamente usar ISDB-T en espacios desocupados entre entre 450 y 600 MHz para contar más de 25 canales, sin tener que hacer un "apagón analógico", y a la vez implementar LTE en 2.6 GHz, que es donde se están haciendo ya implementaciones y por lo tanto donde estarían los menores costos.

Hace un año hicimos un sondeo conjunto con Chiletelevisiondigital.com para determinar qué norma preferíamos los ciudadanos. La mayoría de los votantes prefirió ISDB-T.

Ignacio Rodríguez de Rementería