El analfabetismo digital en la clase política ha estado haciendo noticia, y las cosas no pueden quedar así.
La comunidad BlogPower.cl -un grupo del cual tengo el gusto de formar parte- realizará durante el mes de junio un seminario para analizar los alcances que pueden tener las nuevas tecnologías de Internet conocidas como Web 2.0, en la forma de hacer política.
¿Política digital? ¿Gobierno electrónico?
Más que si es digital, tiene que ver con esta red social que se ha formado en la web 2.0. A través de la Internet, estamos invocando y ejerciendo lo que puede ser la semilla para nuevas formas de ciudadanía y democracia, digital no es más que la capa física.
Si algo caracteriza la web 2.0, es la participación sin exclusión y un centralismo democrático natural dado por los hipervínculos, dos cosas de las que -en mi opinión- adolece la democracia tradicional, en que los actuales líderes utilizan su poder económico para ejercer protagonismo comunicacional -en definitiva publicidad- y así perpetuar su acceso al poder. No hace falta mencionar cuál de las dos tendencias es más democrática.
Pero aunque hiciera falta y hubiera que debatirlo, no es necesario pelear al respecto.
En la modalidad 2.0, no ganan las palabras rimbombantes ni las sonrisas falsas, porque el nuevo ejercicio democrático, en vez de reducirse a votar por más o menos de lo mismo -o por lo menos malo que es más o menos la misma cosa- es todo lo contrario: cada palabra que ponemos en la red, cada vínculo que hacemos, cada concepto que comunicamos, cada propuesta y pregunta y respuesta, pasan a formar parte de un tejido vivo de información, de una democracia con la que ni los griegos soñaron.
Ya no es necesario parecer bueno, es necesario serlo, no en vano el éxito de una empresa que proclamó como misión no ser mala, literal. Aquí es necesario expresarse con claridad y respeto, y cumplir con lo prometido porque todo queda escrito.
Granularidad política
Si eres bueno, la red te premia, los participantes te participan, los vinculantes te vinculan y los buscadores te encuentran, y las estadísticas no son un precario y erróneo voto cada ciertos años, si no cientos y miles de enlaces y en tiempo real, toda la granularidad que quieras, para que sepas exactamente cuánto importa o cuánto no cada concepto. El resultado es mucho más que un gobierno o partidos con sitios web, el resultado es la Internet como plataforma para una inteligencia colectiva y participativa. Si podemos concebir la web 2.0 como una especie de red neuronal, el resultado de hacer política sobre esa red puede ser el gobierno neuronal.
El político que entienda esto, que sepa ponerse al servicio de lo colectivo en vez de tratar de poner el estado a su servicio, el que se suba a esta ola, concentre y conduzca todo este poder digital -que es la voluntad e inteligencia sumada de grandes números de personas- será el político 2.0. El que no, bueno ese es el político 0.0, al que cada vez le creemos menos.
Lo lindo es que BlogPower2 -como es tradicional en las cosas de la Internet y de manera totalmente opuesta a como son las "cosas del fútbol", no resulta una confrontación- si no una evolución y complementación. Dado que el resultado es más que la suma de sus partes, y aduciendo a la conocida ecuación de que el valor de una red es el múltiplo del número de sus nodos, la consigna que lo explica todo puede ser muy sencilla: Blogs + Política = BlogPower2, el poder de tu click, el poder de la red, el poder digital.
Pensando, vinculando, creando poder digital. Gracias por leerme el volón. Opiniones y calumnias bienvenidas, de la manera habitual.
Aunque es tentativo, ya se puede ver quiénes estarán en el escenario el sábado 7 de junio. Habrá cambios seguramente, pero ya tenemos claridad de las líneas gruesas. La inscripción es gratuita y abierta hasta Adolfo Zaldivar podría ir de público, nos encantaría.