Veamos: hace un poco mas de un año fui al Liguria a ver el lanzamiento del disco nuevo de Los Tres y carreteé con Jazmín. Por esos días estaba terminando de grabar un disco premiado, organizando el registro de dos DVDs de conciertos, preparándome para ir de gira por Chile, Europa y Estados Unidos, y comenzando la producción de otros dos discos.
Hoy, todo está mas quieto y tengo tiempo para digerir todo ese movimiento, pensar en lo que viví, tratar de entender lo que está pasando con la industria discográfica, con el país, con mi familia y conmigo. Mañana, se lanza otro disco en el Liguria y no tengo ni para la mechada.
Y está bien. Me ahorró el humo, la bulla, y el vacío que dejó Jazmín. Esta lentitud permite ver mas, este silencio permite entender mas. La escasez permite valorar mas. Viví 7 años con demasiada velocidad, perdí el marco, los límites que ayudan a enfocar. Dejé de ver lo más importante. Y es que 30 años de ver como miope definen quien soy, o sea un rato dejé de ser yo mismo. Ahora la vida me bajó del avión. Aún estoy como de viaje, nunca he dejado de estarlo, moviéndome entre ir y venir, entre antes y después, entre entre ser y estar.
Y está bien. Me ahorró el humo, la bulla, y el vacío que dejó Jazmín. Esta lentitud permite ver mas, este silencio permite entender mas. La escasez permite valorar mas. Viví 7 años con demasiada velocidad, perdí el marco, los límites que ayudan a enfocar. Dejé de ver lo más importante. Y es que 30 años de ver como miope definen quien soy, o sea un rato dejé de ser yo mismo. Ahora la vida me bajó del avión. Aún estoy como de viaje, nunca he dejado de estarlo, moviéndome entre ir y venir, entre antes y después, entre entre ser y estar.
Ahora puedo ver otra vez por un marco y con el alma, que alguien que ve almas dice que es naranja.
Luego de que me dijeron eso, soñé con una hija llamada Luz, de ojos azules y que recién nacida me oyó y respondió en dos idiomas. Desperté con ganas de tomar desayuno o once de casa, con pan tostado con palta.
En estas conversaciones, sueños y reflexiones, en noches de insomnio y días fríos, se me desmarcan y remarcan la Luna y el mundo, sin y con anteojos, viendo sin ver y sin ver viendo, siendo no sin ser, estado cerca de lo lejos. Hoy no tengo hija ni salario ni casa ni pan con palta. Pero tengo quietud y silencio, juego con la mente a que la realidad se desborda, y salen ideas, imágenes, sonidos que me hablan y estas palabras para decir. Tengo la música y tengo el mundo. Miro la Luna eclipsada por la ventana, siento cosas y digo "me gusta ser quien soy, anómalo". Así estoy, entre ver y no ver, desde los dos lados, Both Sides Now, la canción de Joni Mitchell que quizás tendría que acompañarme estas reflexiones. Pero en vez de ella escucho Questar de Keith Jarret.
Pero cuando digo que me gusto así, lo cual es cierto, debo mencionar también el lado B, y es que duele en el mundo ser así, duele. Quizás porque uno le duele al mundo, el mundo se defiende, no sé. Aún no entiendo esa parte, lo confieso.
Estoy aprendiendo. I really don't know life at all.